Ya es hora que desaparezca la Conago; es hasta inmoral
En un acto de congruencia y de reivindicación ante la ciudadanía, los actuales gobernadores deberían pronunciarse por la extinción de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), sobre todo debido a los escándalos que protagonizan ciertos exmandatarios y mandatarios en este momento, algunos en calidad de prófugos de la justicia o a punto de que les sean giradas órdenes de aprehensión en su contra. Uno de los que la presidieron en el pasado reciente, por ejemplo, es nada menos que Javier Duarte de Ochoa.
Si acaso tuvo algún sustento en sus inicios, cuando Vicente Fox recién tomó posesión como presidente, hoy ya nada justifica la supervivencia de la Conago. De hecho, su nacimiento como agrupación tuvo un solo propósito: exigir periódicamente más recursos a la Federación y gastarlos discrecionalmente.
La fuerza del también denominado "sindicato de gobernadores" se mantuvo vigente en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, quien solía quejarse públicamente de que ya había dado recursos dobles para algunos proyectos y todavía no estaban concluidos. Hoy sabemos que esas carretadas de dinero obtenidas al margen de cada presupuesto estatal asignado por el Congreso, sirvieron muy bien para llenar los bolsillos de los gobernadores, pero no para mejorar el nivel de vida de los gobernados.
En el 2012, con el regreso del Partido Revolucionario Institucional a Los Pinos, la Conago se transformó en un escenario de alfombra roja para el presidente Enrique Peña Nieto, a quien nunca contradicen, critican o señalan un solo error los gobernadores, como lo hacían con los panistas; incluso los mandatarios opositores al PRI se alinearon con los demás y hoy sólo los que van ingresando al poder se han salvado de ser parte de esa pasarela que cierra filas, avala y aplaude la línea dictada por el gobierno peñista.
Ayer, por cierto, tuvo lugar aquí la Cuarta Reunión del Mecanismo de Coordinación Regional de la Conago, Zona Noreste; estuvieron presentes acompañando al gobernador José Aispuro Torres dos de sus homólogos: Rubén Moreira Valdez, de Coahuila, quien apenas el martes exoneró bajo el método "fast track" a su hermano Humberto de cualquier cargo en su contra y Juan Manuel Carreras López, de San Luis Potosí. También asistió Aurelio Nuño Mayer, Secretario de Educación Pública, el mismo que recomendó "ler" a los niños de educación primaria. Hubo firma de convenios y se tomaron acuerdos; la expectativa es que, ahora sí, se note algún beneficio para Durango.
En realidad, a los nuevos gobernadores no les ayuda seguir en la dinámica desarrollada con anterioridad por gente como Javier Duarte de Ochoa, César Duarte Jáquez, Roberto Borge, Eugenio Hernández Flores, Egidio Torre Cantú, Rodrigo Medina de la Cruz, Guillermo Padrés Elías, Humberto Moreira Valdez, Roberto Sandoval, Ismael Hernández Deras, Jorge Herrera Caldera, Gabino Cué Monteagudo, entre otros muy desacreditados en la actualidad. Incluso en este periodo preside la Conago el gobernador de Morelos, Graco Ramírez Garrido Abreu, quien tiene un grave conflicto con el alcalde de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco, por el mutuo señalamiento sobre la autoría intelectual del homicidio de un empresario.
No es edificante ni honroso, entonces, formar parte de la Conferencia Nacional de Gobernadores, además de ser por demás cuestionables los logros sociales de este conglomerado en el presente sexenio. Muy poco se ha avanzado en seguridad, vivienda o educación, como tampoco en desarrollo económico. En cambio, se sigue perdiendo demasiado tiempo en reuniones inconclusas, en viajes de gobernantes junto con sus asesores y diversos funcionarios o en acuerdos al aire.
De triste memoria en Durango son los grandes encuentros de gobernadores cuando presidieron la Conago los anteriores mandatarios del estado. Lujo y dispendio sin justificación, pues nunca se supo de alguna iniciativa realmente benéfica para la ciudadanía. Ya no hay razón para la existencia de este modelo inmoral, menos en tiempos de austeridad. La Conferencia Nacional de Gobernadores no muestra, pues, razones para seguir sobreviviendo.
COLMILLOS Y GARRAS
RAZÓN DE GRAN molestia social fue la reincorporación del magistrado Apolonio Betancourt Ruiz a sus funciones ordinarias en el Tribunal Superior de Justicia, luego de un permiso de tres meses para alejarse del cargo. Mientras Betancourt Ruiz siga siendo parte del Poder Judicial, poca credibilidad podrá alcanzar esta institución del estado... POR LO PRONTO, los miembros de la Barra de Abogados de Durango aseguraron que no permitirán la reincorporación de Betancourt Ruiz; hace poco, hubo rechazo del Congreso local, en particular de los diputados priistas y sus afines, para practicarle un juicio político a Betancourt, a solicitud de estos abogados locales...APOLONIO BETANCOURT FUE demandado tiempo después ante la Procuraduría General de la República por no haber procedido conforme a derecho en un juicio de amparo. Total que, ausente o presente, Apolonio sigue siendo polémico.
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