Aerolíneas abusivas
Desde hace ya algunos años, abordar un avión ha dejado de ser una actividad exclusiva para un sector privilegiado de la población, la llegada de aerolíneas de bajo costo, la nueva dinámica laboral y el proceso de globalización ha transformado la forma en la que viajamos. Sin embargo, esta masificación de los vuelos, ha producido una reducción de la calidad en los servicios que prestan las aerolíneas y en otros casos, ha dado lugar a que se produzcan abusos.
Volar es la forma más rápida y segura de conectar dos puntos remotos, cada día hay una mayor oferta de vuelos, más competidores, y por lo tanto, una mayor cantidad de pasajeros, en México, el total de pasajeros que usaron este servicio pasó de 25.1 millones en 1993, a más de 80 millones de personas en 2016.
No son pocos los que hemos sufrido de un retraso, una cancelación del vuelo, enfrentar la sobreventa, una actitud despótica del personal, la información deficiente o engañosa sobre las tarifas, cargos adicionales por maletas u otros servicios adicionales; todo esto trae como consecuencias que muchas personas vean frustradas sus vacaciones, reuniones laborales o que negocios no se concreten, e incluso que nuestro país pierda competitividad.
Una de las principales causas es que existe una mala planificación en los vuelos, ya que las aerolíneas buscan maximizar sus ganancias en detrimento de los usuarios, las escalas son demasiadas cortas entre vuelos, hay deficiencias técnicas, falta de personal de tierra e incluso insuficientes pilotos y aeronaves, lo que provoca un derrumbe en cadena, ya que los vuelos están interconectados.
Multitud de iniciativas legislativas se han presentado durante las pasadas legislaturas para tratar de regular y castigar estas situaciones, sin embargo las aerolíneas siempre habían impuesto sus condiciones, incluso se justificaban culpando la infraestructura insuficiente del aeropuerto de la Ciudad de México, de aquí la relevancia de la reforma aprobada esta semana en la Cámara de Diputados y que también incluyó el respaldo de la Cámara Nacional de Aerotransportes.
El dictamen que se aprobó por unanimidad es el fruto de 17 iniciativas de legisladores de todos los partidos políticos, entre las que se encuentra, por cierto, una iniciativa que presentó la Diputada duranguense Ali Gamboa Martínez; la esencia de este dictamen fue que por primera vez se incluirá en la ley los retrasos y los derechos de los pasajeros.
Esta reforma traerá importantes beneficios, por ejemplo permite que los pasajeros con discapacidad viajen solos y puedan transportar sus artículos auxiliares sin cargo adicional; que los niños menores de 2 años viajen completamente gratis; permitirá que todos los pasajeros puedan llevar al menos una maleta de 25 kilos, al mismo tiempo que se duplicará los montos de indemnización por su pérdida o daño.
En caso de demoras mayores a cuatro horas, se considerara como vuelo cancelado y se reembolsa la totalidad del boleto y una bonificación del 25%. Si es mayor de 2 horas, se establece un descuento mínimo del 7.5% del costo total del boleto para utilizarse en su siguiente vuelo en el mismo trayecto, además de otorgarse alimentos y bebidas. En caso de sobreventa de boletos, tendrán que darse prioridad a los grupos vulnerables.
Por último, los usuarios podrán cancelar la compra de su boleto durante las primeras 24 horas y las aerolíneas deberán notificar a los pasajeros las modificaciones a su itinerario. Sin lugar a dudas, es un buen comienzo, tomando en cuenta las graves omisiones de nuestra ley, ojalá que los Senadores logren aprobar esta reforma antes de que termine el periodo de sesiones.
Twitter: @omarortegasoria