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EPN: un quinto año para el olvido

JESÚS CANTÚ

 C Omo sucede en casi todos los sexenios en el último tercio del mandato de los presidentes mexicanos aparecen los rendimientos decrecientes y, más allá, de que en el gobierno de Enrique Peña Nieto los tropiezos empezaron desde noviembre de 2014 (es decir, antes de concluir el primer tercio de su mandato), nuevamente el quinto año de gobierno (que inicio el primero de diciembre de 2016) luce desolador.

Los malos resultados afloran en todos los órdenes: en inseguridad, el primer trimestre de 2017 es el peor año en materia de homicidios dolosos en la historia de México, incluso peor que 2010 y 2011; en materia de desarrollo social, del 2013 al 2016 el índice de desarrollo humano (IDH) que elabora anualmente el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el país ha perdido 16 posiciones en el ranking de países y el 1.6% en el índice mismo; en materia económica se espera para este año se espera un crecimiento del PIB de 1.5%, cuando apenas en noviembre del 2015 pronosticaban que estaría entre el 3 y el 4, y la inflación superará el 4%, más de un punto porcentual por encima de la meta de 3%; y, en lo político, el gobierno ya perdió su capacidad de sacar adelante sus iniciativas legales y muestra resultados para su partido en las contiendas electorales.

Aunque todos los ámbitos son preocupantes, los peores resultados aparecen en el combate a la delincuencia organizada y la inseguridad en general, pues éste fue uno de los temas que más incidieron en el triunfo del actual presidente hace cuatro años y casi 9 meses, y el número de homicidios dolosos no sólo no se ha podido abatir, sino que va a la alza. En este terreno no tan sólo no hay avances, sino que hay retrocesos.

El reporte del primer trimestre de 2017, dado a conocer el pasado viernes por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) revela que el número de investigaciones abiertas por las distintas procuradurías por homicidios dolosos supera sustancialmente las de los mismos períodos de 2010 y 2011. En el primer trimestre de 2010, reportaron cuatro mil 652; en el 2011, cinco mil 411; y en el 2017, seis mil 511, es decir, mil 100 homicidios más con respecto al peor año (que había sido el 2011) que representa una quinta parte más.

Después del cruento 2011, en el 2012 había iniciado una tendencia a la baja que se sostuvo durante el actual gobierno hasta abril del 2015, cuando se revirtió; a partir de ese momento el número de homicidios dolosos va al alza y en el 2016, la cifra de acuerdo al SNSP llegó a 20 mil789, es decir, tres mil 755 más que en el 2015, lo que representa un 22% más.

Sin embargo, los números de esta instancia normalmente son menores a los que reporta el Instituto Nacional de Geografía y Estadística, que lo hace a partir de los reportes del Sistema Nacional de Salud, que indica que en el 2015 los homicidios dolosos fueron 20 mil 762 es decir, 3 mil 728 más que los reportados por el SNSP, por lo cual es de suponerse que en el 2016 (de mantenerse el mismo porcentaje de diferencia) en realidad contabilizará poco más de 25 mil asesinatos, que ya está muy cerca de los 27 mil 213 de 2011. De mantenerse las tendencias 2017 será el año más cruento en la historia de México y muy probablemente se superen los 30 mil homicidios dolosos.

Pero no es el único rubro en el que los resultados no son los esperados. Hace aproximadamente un mes, el PNUD dio a conocer el IDH del 2016 y en el mismo se muestra que en el 2013, al inicio del sexenio, México ocupaba la posición 61, entre 188 países, y mostraba una puntuación de 0.775, la más alta que ha alcanzado desde que inició el mismo, y ahora se encuentra en la posición 77 y la puntuación es de 0.762, es decir, retrocedió en ambos; pero lo más preocupante es que de acuerdo a la nota informativa publicada en el diario regiomontano El Norte, "al ajustar el IDH con el indicador complementario de desigualdad, la puntuación de México cae a 0.587, con lo que se ubica en la posición 89 en el ranking".

Las malas noticias se extienden al ámbito económico, donde es evidente que no se han podido cumplir todas las buenas expectativas que se habían generado al inicio del sexenio y si bien no ha habido ningún año con crecimiento negativo y la inflación se había mantenido bajo control, los pronósticos para los dos últimos años indican que el crecimiento del PIB ni siquiera permitirá cubrir el incremento poblacional, con lo cual habrá un decremento en el PIB per cápita, y la inflación, al menos, en el 2017 estará por encima de la meta permanente del 3%.

Así aunque el discurso y la publicidad oficial enfaticen que "las cosas buenas cuentan mucho", la realidad es que lamentablemente las malas noticias las superan y, sobre todo, tienen un mayor impacto en la vida nacional y en el bienestar general de la población. Así en varios de los rubros el quinto año de gobierno será el peor del sexenio de Enrique Peña Nieto y en materia de inseguridad el peor de toda la historia mexicana.

Escrito en: homicidios, gobierno, peor, dolosos

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