Existe una respuesta lógica detrás de la existencia de los dibujos animados de color amarillo, aunque deambula entre una serie de razones variadas, la elección personal, científica y hasta de teorías del marketing.
Los personajes de los Minions, por ejemplo, son amarillos porque los animadores detrás del proyecto pensaron que su forma se asemejaba a los huevos de Kinder.
Para Winnie the Pooh, el trazo se basó en un oso que fue mascota de la Primera Guerra Mundial, pero también el autor A.A. Milne creó el aspecto de Pooh a partir de un oso de peluche amarillo de su hijo.
Para Los Simpson, la razón tiene que ver más con motivos de practicidad. Cuando la serie iniciaba, los creadores querían que el programa fuera reconocido instantáneamente por el espectador que cambiaba de canal. Así que en lugar de utilizar un tono de color piel más habitual, usando en otras caricaturas de la época, se decidió por el amarillo brillante, para que la imagen destacara en pantalla.
En relación al por qué amarillo y no otro color, el sitio ‘ChannelFrederator’ intenta responderlo así: “Es por una combinación de factores íntimamente relacionados a la teoría y la psicología del color”. Y explican a detalle: “La paleta de color que se utiliza para la televisión es la escala basada en la luz RGB. A diferencia del modelo tradicional de coloración RYB, el amarillo es complementario al azul. Y si quieres que tus personajes se destaquen en un fondo, el azul es una gran opción porque siempre será el fondo para escenas ambientadas en un día soleado o en el caso de Bob Esponja, bajo el mar”.