Durango

Magid y el diamante tapatío

Una joya, un legado, una propuesta.

Magid y el diamante tapatío

Magid y el diamante tapatío

Yohan Uribe Jiménez

La artista estadounidense transita de manera permanente en la frontera que divide el arte de la vida cotidiana. Se acerca a autoridades y diferentes organizaciones internacionales para incitar la reflexión sobre las estructuras dominantes y la vigilancia policial. En el discurso que hilvana el individuo se convierte en un personaje abordado desde las emociones que tiene un sitio asignado en el laberinto del poder. Su más reciente trabajo en México, Jill Magid: Una carta siempre llega a su destino. Los archivos Barragán, pasó de la galería a la polémica.

Para trabajar junto a grandes organizaciones, Magid hace uso de algunas peculiaridades institucionales. Las lagunas sistémicas le permiten ponerse en contacto con la gente 'en el interior'.

Su trabajo tiende a caracterizarse por poseer una dinámica seductora. Las narrativas resultantes a menudo adquieren la forma de una historia de amor. Es típico de ella seguir las reglas de compromiso con una institución al pie de la letra, más cuando eso implica rebasar el punto del absurdo.

Las exposiciones individuales de Jill han sido acogidas por la galería londinense Tate Modern; el Museo Whitney de Arte Americano y la Gagosian Gallery, ubicados en Nueva York; el Museo de Arte de Berkeley, en Oakland, California; el Stedelijk Museum Bureau de Ámsterdam, y el Yvon Lambert, las sedes parisina y neoyorquina; incluso ha montado creaciones en sitios que pertenecen a otros campos semánticos como la Agencia de Seguridad e Inteligencia de los Países Bajos.

Magid ha participado en las bienales de Liverpool, Bucarest, Singapur, Incheon, Gotemburgo y Performa. Es asociada del Programa de Arte, Diseño y Dominio Público en la Harvard Graduate School of Design. Obtuvo la beca 2013-15 del Centro Vera List para el Arte y la Política. Es maestra adjunta en Cooper Union y ha escrito cuatro novelas. Sus obras se encuentran en las colecciones del Museo Whitney, la Fundación Jumex y el Centro de Arte Walker, entre otros.

MÉXICO Y MAGID

Los archivos Barragán es un extenso proyecto multimedia que examina el legado de Luis Barragán. Magid persigue la reunificación de los dos archivos que dejó el ganador del Premio Pritzker: uno personal, que permanece en México, y el profesional, comprado por Rolf Fehlbaum, presidente de Vitra, empresa de muebles suiza.

La estadounidense aborda las intersecciones de las facetas pública y privada del jalisciense, ejercicio que permite revelar tanto intereses alineados como divergentes, y aplica el mismo esquema a las instituciones que se han convertido en las depositarias de los documentos.

Junto con la mayoría de su arquitectura, el legado personal de Barragán se conserva en territorio mexicano. Los diseños y demás papeles, incluidos los derechos de nombre y obra del arquitecto, fueron adquiridos en la década de los noventa por Vitra y entregados a una fundación sin más propósito que destacar la genialidad del tapatío.

Gracias a su experiencia en desarrollar relaciones a largo plazo con diversas entidades privadas, gubernamentales y corporativas, Magid explora las interconexiones entre planos en apariencia independientes y contradictorios o hermanados pero sujetos a evoluciones desiguales como las esferas psicológica y judicial, los conceptos de identidad nacional y repatriación, los derechos de propiedad internacional y la ley de derechos de autor, la autoría y la propiedad.

El proyecto de Jill está vivo y adquiere formas variadas como una serie de objetos, una instalación o una representación. Las exposiciones se configuran como oportunidades para impulsar la narrativa de la artista y reflejan los parámetros legales del país en el que se muestran.

EL RASTRO DEL LEGADO

Los antecedentes de está polémica inician con la misma muerte de Barragán. Fallecido en 1988, el arquitecto no tuvo descendencia. Dejó las posesiones relacionadas con el ejercicio de su arte en poder de un amigo y socio de nombre Raúl Ferrera.

Cuatro años después, Ferrera Torres murió. Los derechos de autor y el archivo profesional (con documentos, fotografías, dibujos y maquetas de las obras que había heredado) pasó a manos de su viuda, Rosario Uranga, quien buscó sin éxito que alguna institución mexicana se hiciera cargo del importante legado.

En 1994, la viuda de Ferrera vendió el archivo a un galerista neoyorquino, Max Protetch. Se dice que el precio se fijó en cerca de un millón de dólares. Luego, una coleccionista italiana, Federica Zanco, visitó México y se apasionó por la obra del único ganador del Pritzker nacido en estas tierras. Unos meses después de la visita, su futuro esposo, Rolf Fehlbaum le dio un regalo de bodas único en su tipo: el archivo de Barragán comprado al galerista en cerca de tres millones de dólares. Zanco estableció en Suiza la Fundación Barragán, organización sin fines de lucro dedicada a estudiar, preservar y mantener los archivos.

Enterada de los hechos y dichos en torno a la documentación del reconocido mexicano, sus idas y vueltas, las operaciones de compra-venta, el regalo de bodas y las restricciones para consultar el acervo, Jill Magid elaboró una obra titulada La propuesta.

Su calidad de artista que cuestiona y penetra en sistemas aparentemente inviolables quedó demostrada cuando propuso y consiguió que una parte de la familia Barragán, 18 miembros, aceptara entregar el 25 por ciento de las cenizas del arquitecto para hacer un diamante.

Magid ideó que esa piedra preciosa fuera engarzada en un anillo para dar origen a La propuesta. La joya es parte de un plan para convencer a Zanco de que el archivo de Barragán regrese a México y pueda ser consultado sin reservas de ningún tipo.

Un documento del Centro Cultural Universitario de la UNAM sobre la estadounidense pregona que “Magid examina el legado del arquitecto mexicano Luis Barragán y plantea preguntas incisivas, radicales y pragmáticas, acerca de las formas de poder, el acceso del público y los derechos de autor que construyen un legado artístico".

EL APOYO CURATORIAL

Cuauhtémoc Medina, curador en jefe del Museo Universitario de Arte Contemporáneo, califica como “extremadamente interesante y válida” la exhumación de las cenizas del tapatío reconocido a nivel internacional. El MUAC alberga, desde el 27 de abril, Una carta llega siempre a su destino. Los archivos Barragán. El anillo con la piedra de cenizas es uno de los 41 elementos de la exposición.

El también historiador y crítico de arte resaltó la 'valentía cultural' de los familiares que apoyaron el proyecto (no todos dieron el visto bueno a la idea de utilizar las cenizas de su ascendiente). La idea de recibir a Magin en el recinto universitario fue concebida en 2015; la incluyeron en un perfil de creadores que buscan “infiltrarse en prácticas o instituciones sociales para desviarlas, hacerlas visibles y cuestionar sus bases”. El museo cambió el plan original, que era montar la exposición en 2018, a causa de “la reacción tan virulenta de un sector de colegas y escritores”.

“Nos parecía que era la artista que deberíamos tomar porque en uno de sus procesos tomaba el legado cultural local y el modo en que el patrimonio moderno cambia al pasar a estar bajo control de estructuras corporativas privadas internacionales, y cómo el derecho de autor está condicionando nuestra aproximación a una obra”, explicó el curador.

Para este doctor en Teoría del Arte, Magid cuestiona cómo, tras la compra del archivo, una persona, Federica Zanco, es a la vez “dueña, archivista, portera y principal investigadora, funciones que suelen estar planteadas en distintas personas”.

¿NECESARIO?

En un cuestionario a propósito de la exposición y el tema del patrimonio moderno en manos del sector privado, se le preguntó al curador si era preciso exhumar las cenizas de Luis Barragán. Cuauhtémoc Medina respondió que “La pregunta ‘necesario’ (preciso) en el campo artístico no es algo que rime bien con la idea de creativo, hay un momento en el proyecto en que los participantes dan un salto creativo a plantearse este intercambio. ¿Hubiera habido otros métodos? La respuesta es que hay muchas obras posibles, pero las obras de arte se enfrentan en relación a su existencia”.

Acerca de si la obra de Magid es creativa o provocativa, el historiador comentó que “Las dos cosas no son opuestas. Yo creo que fue diseñada con la óptica puesta en la relación epistolar y de actos entre la artista, la familia Barragán, la Fundación Barragán y Federica Zanco; la obra no estuvo hecha calculando los efectos de manejo de prensa. Para mí, ha habido una serie de posiciones que me han dejado boquiabierto. El trabajo de la artista no se hizo como provocación mediática”.

Sobre si la estadounidense logró otro de los objetivos de su trabajo (cuestionar y desestabilizar el poder en torno a ese archivo), Medina opinó que “todo esto que está ocurriendo tiene la forma de una desestabilización” porque “hay una discusión sobre si es legítimo el modo en que operan los patrimonios culturales bajo estructuras o fundaciones, y porque la fundación ha tenido que hacer ajustes: ahora hay guías de acceso y consulta en el sitio. Si lo que quieres decir con 'desestabilización' es 'los archivos han regresado', te puedo decir que el proyecto, y está escrito, plantea tres años para la propuesta, el intercambio está sobre la mesa; si no se cierra el trato habrá una discusión sobre qué se hará con la pieza una vez que la oferta haya sido declinada”.

Ante la cuestión de que varios investigadores, colegas suyos, sí han podido acceder a los archivos de la Fundación Barragán, Medina fijó sus comentarios en una peculiaridad: “Se genera acceso bajo una lógica de privilegio y quien tiene acceso se siente agradecido, puede serlo hasta públicamente. Hay multitud de otras voces que no han tenido acceso; la artista no tuvo acceso, y ese fue su punto de partida. Te advierto que hay una multitud de instituciones que lo plantean en voz baja porque, enemistarse con estas estructuras no es algo que sea conveniente. A diferencia de las de orden público, donde la presión pública las obliga a hacer cosas, las del sector privado son bastante inermes a eso”.

El curador aclaró que la exposición en el MUAC es diferente a las cuatro fases previas del proyecto que Magid inició en 2013.

En otra parte de la entrevista, el crítico de arte dejó muestras de la admiración que siente por aquellos que hicieron posible la propuesta de Jill: “Me inclino ante una serie de familiares de Barragán que tienen una enorme valentía cultural -yo toco el piso con ellos-, para hacer una obra que plantea una enorme inventiva de cómo entrar en una negociación. Después tarda año y medio encontrar otros miembros de la familia que la prensa toma como tema. Es una familia de avanzada estética, muy por encima de los objetores que son miembros de mi comunidad intelectual”.

FAMILIA

Las hermanas Emma, Luz María Lorena y Eulalia Barragán Flores, sobrinas y herederas del arquitecto, enviaron una carta a Cuauhtémoc Medina en la que cuestionan algunos de sus comentarios, vertidos en las entrevistas con Ciro Gómez Leyva (Radio Fórmula) y El Universal, sobre la participación de su familia en la decisión de exhumar las cenizas .

Aclaran que no pudieron oponerse porque Magid nunca les avisó y no recibieron “la invitación a la famosa cena en el Museo de Arte Zapopan en la cual aparentemente se tomó la decisión”.

Señalan que es una mentira de la artista decir que la familia apoyó esta 'atrocidad': “Es una mentira que usted avala y difunde” y se quejan de que “el gobierno de Jalisco no se molestó en indagar”.

Exigieron que en el recinto de la exposición se aclare que nunca hubo unanimidad entre los descendientes del ganador del Pritzker.

En otra parte de la carta se lee: “Quizá nosotras no somos, como usted dice, de ‘avanzada estética’, pero somos personas con valores”.

DEBATES

Con el ánimo de confirmar su espíritu incluyente y crítico, la UNAM organizó cuatro mesas de debate en torno a la exposición Una carta siempre llega a su destino. Los Archivos Barragán.

Jill Magid participó en la primera, realizada el mismo día que se inauguró su muestra.

El segundo coloquio se programó para el 2 de mayo y con el Instituto de Investigaciones Estéticas como sede. El hilo conductor es mostrar distintos enfoques (historiográficos, legales y de conservación) a propósito de las leyes de archivos.

En el tercer debate serán discutidos los marcos jurídicos y vacíos legales en torno a los derechos de autor, la propiedad intelectual, los legados de los artistas y los derechos de propiedad sobre restos humanos. La cita es el 3 de mayo en el auditorio Héctor Fix-Zamudio del Instituto de Investigaciones Jurídicas.

El 4 de mayo, de nueva cuenta en el Instituto de Investigaciones Estéticas, se abordará el tratamiento de restos fúnebres desde perspectivas religiosas y filosóficas variadas.

El debate está servido, la propuesta ha sido hecha, las cenizas son ahora un diamante y una artista, una familia y una fundación se ven las caras, se aglutinan y complementan --junto a medios de información, académicos, críticos y demás-- para adentrarse en los terrenos simbólicos de la libre interpretación.

Contato: @uyohan

Escrito en: Magid, Barragán, artista, familia

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