Fin a los asesinatos de periodistas y la impunidad en México
El asesinato del periodista sinaloense, Javier Valdez Cárdenas, nos recuerda una vez más que en este país aquellos valientes que ejercen la profesión de informar lo hacen en un entorno hostil, carente de seguridad y todo tipo de garantías, por lo que al atacarlos y acabar con sus vidas, es evidente que se están menoscabando los derechos humanos fundamentales a la libertad de expresión y de acceso a la información.
No hay calificativo que pueda parecer exagerado ante el contexto de violencia en el que se ejerce la labor periodística en México. Dicen por ahí que para poder entender lo que realmente sucede hay que llamar a las cosas por lo que son, por su nombre, en ese sentido lo que está ocurriendo en el país con los colegas periodistas no es otra cosa que un exterminio.
De frente a los constantes ataques y asesinatos de compañeros periodistas y comunicadores, nos queda más que claro que en México la impunidad es auspiciada. Esta siendo respaldada desde las esferas más altas del poder y en todo nivel de su estructura, con la errada implementación de una política de prevención y medidas de protección que evidentemente nunca han funcionado.
Ya nos resulta difícil encontrar palabras que condenen tanta brutalidad, mientras seguimos observando que nuestras manifestaciones de repudio y reclamos de justicia han sido en vano. Sin embargo no debemos bajar la guardia y hoy más que nunca tenemos que insistir en que la única forma de abatir esa tendencia, es permanecer con la exigencia de una verdadera investigación de los delitos; la eficaz persecución de sus autores y el castigo a los responsables.
La ausencia de un protocolo firme para proteger al gremio periodístico no representa sino la indolencia y la falta de sensibilidad oficial, dado el riesgo tácito y vigente que implica ejercer nuestra profesión. En México, desde hace mucho tiempo los ataques a la prensa dejaron de ser aislados y se transformaron en una estrategia sistemática de censura, acallando voces incómodas a los intereses de los grupos del poder.
Las autoridades simplemente ven de reojo el quebranto y dolor de los colegas y sus familias afectadas; se acercan al gremio cuando se dan estos crímenes pero poco tardan en retirarse y apostarle al olvido de la sociedad. Después, cada que ocurre una nueva desgracia, la dinámica se repite mientras que cientos de asesinatos permanecen en la total y absoluta impunidad.
Aun así seguimos trabajando. Sobre ese escenario y plenamente desamparados nos hacemos de valor con nuestra propia convicción y ética profesional, donde radica esa obstinación de continuar buscando la información para difundirla, sirviendo a la sociedad, haciendo uso de ese derecho inalienable a todos los seres humanos: la libertad de expresión; las libertades democráticas.
Nuevamente con gran indignación alzamos la voz para condenar enérgicamente estos crímenes; la exigencia será permanente en demanda de investigaciones reales. Es imperativo castigar a los culpables. Solamente viendo a nuestros agresores tras las rejas aceptaremos que hay verdaderamente voluntad política para detener, de una vez por todas, las agresiones en contra de periodistas y comunicadores.
Desde Durango los periodistas en solidaridad hacemos este llamado y nos sumamos a las manifestaciones de condena y exigencia de justicia; hoy salimos a las calles de esta ciudad no solamente a trabajar como siempre, sino para dejar asentado nuestro rechazo público ante la ola de abusos, violencia y asesinatos de compañeros en todo el mundo y de manera muy sensible en México. Nos vemos a las 10:00 horas en la Plaza de Armas.
EN LA BALANZA.- Es inaplazable que los entes gubernamentales de los tres niveles implementen leyes que nos protejan, pero también que de acuerdo a la realidad establezcan protocolos certeros y medidas cautelares efectivas. Ayer el alcalde José Ramón Enríquez y el cabildo en pleno, aprobaron la creación del Consejo Ciudadano de Comunicación Social. Durango es el primer municipio en todo el país en implementar este esquema de participación de la sociedad en dicha materia; más tarde, el Fiscal General del Estado de Durango, Ramón Guzmán Benavente, a solicitud del propio gobernador José Rosas Aispuro Torres, se comprometió ante los representantes de las agrupaciones de periodistas a crear de inmediato una fiscalía especializada, para la atención de agresiones en contra de la libertad de expresión y quienes ejercemos el periodismo, esto mientras avanzan los trabajos en conjunto para la promulgación de una verdadera ley de protección.
CERROS SECOS Y PELONES... En Torreón el gremio de periodistas se manifestó de forma pacífica en el monumento a Benito Juárez en aquella ciudad Lagunera, para exigir un alto a los homicidios de los compañeros que por motivos del ejercicio de su profesión se les ha arrebatado la vida.
Twitter: @Vic_Montenegro