HISTORIAS DE LA CREACIÓN DEL MUNDO
El Señor se preocupó bastante: estaba creciendo mucho el número de ateos en el mundo.
Entonces les organizó un tour.
Los llevó primero a ver un amanecer. Luego un crepúsculo. Después les mostró el cielo estrellado. En seguida los hizo ver el mar en toda su majestuosa inmensidad. Les enseñó a continuación un colibrí. Finalmente les pidió que contemplaran la maravilla que es su cuerpo y el misterio que es su alma.
Aun así los ateos no creyeron
Y dijo entonces el Señor con acento pesaroso:
-¡Caramba! ¡Nadie es profeta en su tierra!
¡Hasta mañana!...