Perder peso, el objetivo global

Instituciones globales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) abrieron hace unos años una batalla contra la obesidad y el sobrepeso. Los números eran alarmantes: desde 1980 la obesidad se ha doblado en todo el mundo y, en 2014, más de 1900 millones de adultos de 18 años o más tenían sobrepeso, siendo más de 600 millones de ellos obesos.

La situación no está mucho mejor en México. Según el último estudio del Observatorio Mexicano de Enfermedades No Transmisibles (OMENT), hecho público en diciembre de 2016, 3 de cada 10 menores, de 5 a 11 años, padecen sobrepeso u obesidad. En el caso de los adolescentes, son 4 de cada 10, y la cifra se incrementa en el caso de los adultos: 7 de cada 10 tienen exceso de peso, traducido bien en sobrepeso, bien en obesidad.

Según las OMS, que un adulto tenga un Índice de Masa Corporal igual o superior a 25 implica sobrepeso, mientras que si es igual o superior a 30, se puede hablar de obesidad. Entre las causas, se identifica la alta presencia en las dietas de alimentos de alto contenido calórico, ricos en grasa. También el descenso en la actividad física, algo relacionado con trabajos más sedentarios que antes, entre otros factores.

Sin fórmulas mágicas para adelgazar

Es mucho lo que exceso de peso puede implicar, desde enfermedades cardiovasculares (que fueron la primera causa de muerte en 2012, según la OMS) a diabetes, desde trastornos del aparato locomotor a algunos cánceres. Es por ello que buena parte del mundo ha declarado la guerra a la obesidad y al sobrepeso.

Lamentablemente, en muchos casos solo queda en una declaración de intenciones, porque el deseo de bajar de peso se queda en un mero intento. ¿Por qué fracasamos? Principalmente se debe al deseo de que el objetivo sea fácil de alcanzar, no implique demasiado sacrificio.

Por otro lado, Janet Polivy, de la Universidad de Toronto, estudió el síndrome de la falsa esperanza: las personas se suelen fijar metas poco realistas, en cuya consecución fracasarán. Eso las hará sentir peor, decepcionados, desmotivados. Y, así, seguirán sin alcanzar el objetivo.

Además de ponerse metas realistas (lo que excluye perder mucho peso en poco tiempo), hay que convencerse de que no existen los remedios milagro. Todo depende de uno mismo, y todo se reduce a dieta sana y equilibrada y ejercicio físico diario, sin más.

Hoy día existen ciertos de recursos, desde una guía para perder peso, consejos sobre cómo adelgazar o dietas para bajar de peso que, con la correcta supervisión, pueden generar grandes resultados.

La cirugía estética, una solución al alza

Lo cierto es que, en la era de continua exposición a las redes sociales y de tomarse selfies en cada escenario, lo de bajar de peso no solo es una cuestión de salud. Es, más que nunca, cuestión de estética. Las personas no solo se quieren ver delgadas para lucir mejor, y eso implica también recurrir a otros métodos, más allá de dietas y ejercicio.

Ya en 2014, México se encontraba dentro del top 3 de países por operaciones de cirugía estética, según datos de la International Society of Aesthetic Plastic Surgery (ISAPS). En concreto, con 900.000 intervenciones estéticas, requiriendo cirugía aproximadamente la mitad de ellas, solo se encontraba por debajo de Estados Unidos y Brasil.

La liposucción era la intervención más demandada, con idea de reducir la grasa corporal e incluso, con la mejora de la técnica, lograr un cuerpo más marcado y tonificado, según contaba a El Universal el especialista en cirugía plástica Luis Ramírez Montaño.

Desde su clínica cirugía estética, la doctora García-Dihinx, quien es especialista en cirugía mamaria, insiste en la importancia de escoger un buen profesional: “Escoger un cirujano plástico adecuado es una de las decisiones más importantes que ha de hacer antes de someterse a una cirugía plástica”, apela desde su página web.

Preocupación por la imagen en el verano

Las intervenciones estéticas, sin embargo, no son la panacea. No tiene sentido someterse a una liposucción y llevar luego una dieta descontrolada. De hecho, seguir una dieta sana y equilibrada es aún más obligatorio para quienes van a someterse a una operación. Cualquier profesional recomendaría bajar de peso antes de cualquier intervención, porque se corren más riesgos si hay exceso.

Conviene, por lo tanto, agotar los recursos necesarios al margen de la cirugía, esto es, seguir una dieta para bajar de peso acompañada de ejercicio. En los meses previos a verano es muy común emprender la famosa Operación Bikini para rebajar los kilos de más, pero las personas también quieren verse más bronceadas y lucir un vestuario más acorde a la estación y a la moda para verse bien.

Respecto a moda beauty y a los consejos de bienestar, para la gente que sufre fascitis plantar (inflamación de la fascia plantar), los separadores de dedos pueden ser gran ayuda. Y Body Tech Review cuenta cuáles son los mejores separadores de dedos.

No solo cuestión de estética

Ha quedado claro que, aunque en muchos casos se entiende como tal, lo de mantener un peso saludable no es solo una cuestión de estética, de lucir bien. Si es importante mantenerlo siempre, más aún en determinadas etapas de la vida, como el embarazo.

Las posibilidades de que el test de embarazo dé positivo se verán reducidas si la mujer tiene sobrepeso cuando sigue programas de reproducción asistida como la fecundación in vitro. Así lo reveló un estudio de la Universal Estatal de Michigan que fue publicado en Fertility and Sterility.

El exceso de peso será también el enemigo durante el embarazo. La revista científica Diabetes Care, tras estudiar a 10.000 mujeres embarazadas que habían desarrollado diabetes gestacional, constató que las que presentaban sobrepeso tenían un 65% de posibilidades de tener bebés con más peso del habitual, un porcentaje que llega al 163% en el caso de las mujeres obesas. Un peso mayor al de la edad gestacional del feto no es recomendable.

Los estudios concluyen, pues, que una mujer no debería ganar más de 12 kilos durante todo su periodo de gestación, a fin de evitar complicaciones durante el mismo embarazo y durante el parto.