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Sororidad y sexualidad

Una hermandad contra la discriminación y desigualdad

Sororidad y sexualidad

Sororidad y sexualidad

Silvestre Faya Romero

No buscan la confrontación sino la convivencia igualitaria. Solo aquellos retrogradas que se aferran a conductas atávicas donde 'mujer es igual a incapacitada', no son capaces de entender que la red se hace fuerte por todos los hilos que la traman.

Es una palabra que define una actitud ante los demás, la de hermanarse entre mujeres con el propósito de superar las limitantes impuestas por un sistema que sobrevalora el papel del hombre.

Sororidad proviene del latín 'soror' y significa 'hermana' y es una nueva forma de relación entre personas del sexo femenino que de manera intencional se brindan apoyo y no critica entre sí; lo fundamental es asumir que deben ser reconocidas y aceptadas en un terreno de igualdad con los varones.

También le llaman 'hermanamiento femenino' y está construida con el mismo patrón lingüistico que 'fraternidad'.

VALORES

Los años de la infancia son trascendentales en la formación de valores. Es en estos donde los padres trasmiten a su descendencia creencias fincadas en prejuicios infundados. Uno de ellos es la supremacía del sexo masculino. Así surgen conceptos como el 'androcentrismo' cuya definición ubica al varón en el centro del universo, dominio que se traduce en un sinnúmero de actitudes que se materializan en prácticamente todos los ámbitos de la vida social.

La madre transfiere a sus hijas esta errónea idea. Las facilidades otorgadas a los hijos demeritan la vida de las niñas, quienes ven con sorpresa y enojo estas consideraciones para posteriormente asumirlas de manera inconsciente y considerarlas bien fundadas. De este modo, participan de la visión androcéntrica del mundo, incluso como defensoras.

Las conductas discriminatorias da origen a la concientización sobre la verdadera valía de la mujer y la igualdad de género, ejes que constituyen la base del movimiento de sororidad a nivel mundial.

MUJERES CONTRA MUJERES

El hombre se expresa con prejuicios sobre la mujer: la señala, acosa, limita. Sin embargo, la persecución entre representantes del sexo femenino es mucho peor, los comentarios sarcásticos sobre maneras de actuar o vestir forman parte del anecdotario diario de muchas críticas del bando propio. La conducta inconsciente que hay en esta actitud ha perpetuado el papel de mujeres enemigas entre sí.

CAMBIAR DE ACTITUD

Quien asume su sororidad deja de ver a las otras como competencia para verlas como hermanas, en un proceso de crecimiento permanente que permite profundizar en el conocimiento de las causas de la inequidad.

Es frecuente que las hermanadas tengan reuniones presenciales o virtuales para conocer sus derechos, incrementar sus saberes sobre temas de su interés, particularmente la sexualidad, y busquen terminar con el oprimido papel que les ha tocado y, de ese modo, asumir la dirección de su erotismo.

EMPODERAMIENTO

Toman como punto de partida que la educación sexual recibida en casa y en el entorno social delimita a la mujer a una actitud de sometimiento ante el varón. Como la postura de una 'soriraria' consiste en emanciparse de esa atadura, una de las actividades frecuentes pasa por organizar talleres de autoconocimiento erótico. Esos espacios tienen por fin auxiliar en la validación del amor hacia sí misma y la liberación sexual.

Los objetivos de estos grupos son:

1.-Ampliar el concepto de erotismo y sexualidad más allá del coito-centrismo y de lo que se considera normativo. Más allá de los ideales de belleza, seducción y sexualidad que marca la sociedad.

2.-Cuestionar los modelos de género y darse espacio para ser más libres respecto a lo que supuestamente pueden hacer y sentir como mujeres.

3.-Darse cuenta de qué tipo de mensajes sexuales recibieron y cómo han influido en la construcción de su sexualidad y cómo influyen en el presente.

4.-Crear una idea personal de libertad sexual y aplicarla en su vida.

5.-Profundizar el autoconocimiento erótico.

6.-Generar auto cuidado y amor a cada una desde el placer erótico.

La búsqueda de la propia sapiencia basada en la auto exploración y la confrontación de las falsas creencias sobre lo permitido y lo prohibido da origen a una nueva apreciación de la relación entre sexos fincada en el amor y el respeto.

NUEVO ORDEN

La mujer sororaria no anda buscando una comprensión o el apoyo que, de manera condescendiente, brinda el varón. Desea la autentica convivencia de igual a igual, tanto en el terreno de las oportunidades laborales o de producción, así como en la paridad de salarios.

Reclama su lugar para la participación política, pero no por cuota de género, sino por méritos y no como una concesión obtenida bajo presión.

En la vida sexual requiere del reconocimiento a la libertad de elegir lo que fantasea, quiere o gusta disfrutar y no la servidumbre íntima en la que hasta ahora ha vivido.

Es imposible detener los argumentos con que las mujeres sorirarias se expresan. La verdad sostiene sus pretensiones.

No buscan la confrontación sino la convivencia igualitaria. Solo aquellos retrogradas que se aferran a conductas atávicas donde 'mujer es igual a incapacitada', no son capaces de entender que la red se hace fuerte por todos los hilos que la traman.

Amor y sexualidad se fortalecen ante la comprensión de los derechos humanos que todas y cada una de las mujeres del mundo tienen.

Si la pregunta es ¿afecta la sexualidad el ser sororaria? La respuesta categórica es: afecta de manera positiva si el hombre asume que la mujer tiene igualdad de derechos y obligaciones en cada una de las actividades que se comparten en la vida; particularmente en la intimidad dentro de la recamara.

CONTACTO: www.sexologosilvestrefaya.com

Escrito en: sexualidad, mujeres, manera, mujer

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