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Un nuevo caso de abuso sexual por parte de un sacerdote

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Un nuevo caso de abuso sexual por parte de un sacerdote

Un nuevo caso de abuso sexual por parte de un sacerdote

CITLALLI ZOÉ SÁNCHEZ

Hace casi cinco años, arribó a la cabecera municipal de Súchil el párroco Rodolfo Saracho, para hacerse cargo de la feligresía católica de aquella zona. Durante todo este tiempo, al parecer las cosas marchaban bien hasta que el pasado 14 de junio surgió el escándalo y la indignación.

Ese día, un grupo de menores de edad acudió a la iglesia con la intención de confesarse como parte de su preparación en el catecismo. El sacerdote decidió que pasarían uno por uno a su oficina para contarle sus pecados y fue así, como inició el "infierno" para unas de las niñas allí presentes.

De acuerdo a lo platicado por la menor de 11 años de edad, una vez que entró a la oficina del sacerdote, éste la acercó hacia él tomándola por la cintura y posteriormente, la comenzó a tocar inapropiadamente. Cuando la dejó ir, la despidió dándole un beso en la mejilla.

Al salir de su "confesión", la niña no se quedó callada y narró a su mamá lo sucedido quien en una primera instancia buscó la asesoría de la síndica municipal y posteriormente fue llevada al Instituto Municipal de la Mujer de Súchil cuya titular, Fabiola Ibarra, se ha dado a la tarea de acompañar a la familia y proceder legalmente contra el presbítero.

El 15 de junio se procedió a interponer la denuncia penal y se trasladaron a la ciudad capital al Centro de Justicia para las Mujeres en donde le practicaron algunos estudios y pruebas psicológicas a la niña. Ahora sólo queda esperar que el proceso siga su trámite.

Una vez que se ha dado a conocer el lamentable caso de esta pequeña, se han acercado otras personas al Instituto Municipal de la Mujer de Súchil para señalar que ellas también fueron violentadas. Hay al menos, formalmente, otras dos mujeres que dicen fueron tocadas por el sacerdote hace algunos años y si bien, por el tiempo transcurrido ya no procede su denuncia, sí están dispuestas a dar su testimonio.

El asunto es por demás delicado, en especial ante la negligencia que ha prevalecido en este caso para detener al agresor, incluso por parte de las autoridades eclesiásticas. A decir de una de las víctimas, ella sí hizo del conocimiento el actuar del sacerdote ante el Arzobispado, cuando todavía la encabezaba Héctor González Martínez, quien por cierto, hoy goza de un feliz retiro y no, no tomó cartas en el asunto. Otras de las afectadas les dijo a personas muy cercanas al "ministerio" del padre y la respuesta que recibió fue "que lo comprendiera, que él, antes de ser sacerdote era hombre, que hablarían con él".

Ahora, el Arzobispado envió como emisario a un sacerdote encargado del área de prensa para contactar a la familia de la niña para ofrecerle su apoyo moral. La mamá se negó a recibirlo.

Dado que el asunto ya se hizo público, Fabiola Ibarra señala que la han contactado más personas diciendo que también sufrieron un desafortunado encuentro con el sacerdote pero además, ha recibido amenazas de un perfil falso en Facebook para que detenga el proceso. Esto es por demás preocupante y será necesario tomar las debidas precauciones en el caso.

El llamado que hace Fabiola Ibarra es a que las demás víctimas hablen pues así habrá mayores elementos para lograr la detención del presbítero.

Desde el día en que se desató el escándalo el Súchil, el sacerdote está en calidad de desaparecido, nadie sabe su paradero. Mientras tanto, la pequeña víctima que ha dado una muestra de valentía, se despierta llorando por las mañanas producto de las pesadillas que la atormentan.

Es más que conocido que en México, existe un alto nivel de impunidad en lo que respecta a los abusos cometidos en contra de menores de edad por parte de integrantes del clero. Bajo ninguna circunstancia debe permitirse que Súchil sea parte de la estadística. ¿Cuántos casos más en Durango se han quedado en el silencio?

Hay algo de cierto en las palabras que le dijeron a una de las víctimas: antes de ser sacerdote, es hombre. Y por eso, aquí en la tierra debe ser castigado con todo el peso de la ley si es culpable del delito de que lo acusan.

PUNTO Y APARTE.- El problema de los perros en condición de calle sigue en aumento. Los grupos de rescatistas le apuestan a las campañas de esterilización para combatir la proliferación de canes y uno de sus principales aliados era el Centro de Salud con Servicios Ampliados (CESSA) que daba éste servicio gratis; sin embargo, por falta de insumos, el CESSA ha suspendido la realización de castraciones en las mascotas sin fecha probable de reanudar operaciones. No sólo los humanos sufren las carencias en la Secretaría de Salud, ahora también los gatos y perros. Vamos de mal en peor.

Twitter: @citlazoe

Escrito en: Nota al margen sacerdote, Súchil, caso, personas

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