Sigue bajando el poder adquisitivo
Con el inicio del 2017 hubo dos fenómenos simultáneos: por un lado, a pesar del discurso político en Estados Unidos y la incertidumbre que estaba ocasionando tras la toma de protesta de su nuevo presidente, la economía de Estados Unidos se estaba reactivando por lo cual la Reserva Federal (FED por sus siglas en inglés y encargada en ese país de la política monetaria) comenzó a elevar la tasa de interés a partir de marzo para ubicarse en un rango de 0.50 a 0.75 por ciento.
Al referir lo anterior, el analista económico, Daniel Arturo Campillo Campos, comentó que la semana pasada nuevamente incrementó la FED su tasa para ubicarse en 1.25 por ciento, por lo que Banco de México (Banxico) elevó en esa misma proporción la tasa de referencia en marzo y el jueves pasado.
A la par de lo anterior, recordó que en México comenzó la liberación en el precio de los combustibles en el primer minuto de este año, lo cual dio origen al incremento constante de precios, mejor conocido como inflación que en la actualidad se ubica a tasa anual en 6.26 por ciento, más del doble de la tasa objetivo que es del tres por ciento.
“Por tal motivo también se ha incrementado la tasa con la finalidad de encarecer el dinero e incentivar el ahorro, de manera tal que disminuya el circulante y el nivel de precios baje gradualmente para que, según las autoridades monetarias, a finales del 2018 se estabilice el incremento de precios, se espera también que no se realicen más incrementos por lo menos en este año pero tampoco se vislumbra que se realicen recortes a la tasa de interés”, indicó.
Expuso que se espera que esta teoría sea correcta, porque un escenario negativo es que nuevamente suba tipo de cambio, la inflación continúe elevándose y la tasa de interés tenga que incrementarse.
“La pregunta es, ¿en qué momento se estabilizará la economía y tener un crecimiento económico que logre por lo menos que en términos reales no exista un disminución en el poder adquisitivo de las familias?”, concluyó.