Siglo Nuevo

Torsten Pettersson. Introducirse en el mal

Un juego de sombras con acento finés

Torsten Pettersson. Introducirse en el mal

Torsten Pettersson. Introducirse en el mal

Minerva Anaid Turriza

Es el otoño de 2006 y el comisario da cuenta del caso denominado «El Cazador». Escribe apoyándose en sus notas, los informes oficiales, las transcripciones de las reuniones sostenidas por el equipo de investigación y las cintas de interrogatorios.

Un hombre sale a caminar bajo las estrellas huyendo del asfixiante calor que lo envuelve en el lugar donde se hospeda. De improviso percibe el sonido de unos huaraches que lo siguen sobre las piedras calientes. Intenta correr pero es muy tarde. Siente la punta de un machete en la espalda.

Es de noche. Una chica baja del autobús y toma un atajo para llegar a casa. El sendero mal iluminado atraviesa la zona boscosa de un gran parque. Una sombra le pisa los talones. Cuando la joven advierte el crujir de las hojas bajo los pasos ajenos ya es muy tarde, no logra volverse, algo le rodea la garganta.

Lo primero sucede en un pueblo mexicano sin nombrar; lo segundo en la ciudad de Forshälla, Finlandia. El párrafo inicial corresponde a la secuencia de apertura en “El ramo azul”, cuento de Octavio Paz; el segundo es el planteamiento inicial de una novela de Torsten Pettersson.

El hombre sobrevivirá, la mujer no. El caso del varón nadie lo investiga; del homicidio de la chica finlandesa se ocupan el comisario criminalista Harald Lindmark y su equipo.

Más allá de distancias geográficas y temporales, las dos historias comparten, además del motivo del cazador acechando a su presa, que los perseguidores buscan el mismo trofeo: los ojos de sus víctimas.

DEBUTANTE

El territorio finés formó parte de Suecia hasta 1890, momento en que el Imperio ruso se lo anexó. Obtuvo su independencia a finales de 1917, al estallar la Revolución bolchevique. Por esta razón hay gran influencia sueca incluso en la actualidad, hecho que se refleja hasta en los idiomas oficiales: el finlandés y el sueco.

Torsten Pettersson nació en Turku, municipio que forma parte del área con fuerte presencia de la comunidad sueca. Ha sido profesor en varias universidades, como las de Oulu y Helsinki, en su país natal, y desde 1994 en la de Uppsala en Suecia, donde radica actualmente.

Si bien Pettersson ya tenía una carrera como escritor de cuentos, colecciones de poesía y ensayos sobre literatura, Dame tus ojos fue su primera incursión en la novela negra y el arranque de una trilogía cuya segunda parte, Escóndeme en tu corazón, se publicó en 2010 (no ha sido traducida al español, se encuentra disponible en sueco, inglés e italiano).

Este autor cuenta con una amplia oferta de novelas en otros géneros. Sus obras han sido traducidas sobre todo al italiano. En el país de la bota su obra goza de buena recepción, en múltiples ocasiones ha formado parte de las listas de los más vendidos.

/media/top5/SNlitpettersson.jpg

ARGUMENTO

El debut de Torsten en la prosa policíaca está narrado en primera persona por su protagonista, Harald Lindmark. Es el otoño de 2006 y el comisario da cuenta del caso denominado «El Cazador». Escribe apoyándose en sus notas, los informes oficiales, las transcripciones de las reuniones sostenidas por el equipo de investigación y las cintas de interrogatorios. Sus motivaciones para ocuparse de pormenorizar este caso pasan por la dificultad del mismo y la evolución personal que experimentó mientras estuvo inmerso en la pesquisa criminal.

El 17 de octubre de 2005 fue encontrado el cadáver de Gabriella Evelina Dahlström. El cuerpo desnudo estaba en uno de los senderos del parque de Stensta. Tenía las manos atadas, el vientre cubierto de sangre coagulada, sus pertenencias habían desaparecido.

El dictamen forense revela que la víctima murió por estrangulamiento con un tipo de cordón delgado, tal vez de metal o plástico. La sangre del vientre proviene de una letra “A” grabada en la piel a cuchilladas. Lo más estremecedor y peculiar aparece al final: las cuencas de los ojos fueron vaciadas.

La primera valoración de Sonja Alder, investigadora adjunta, es que se trata de un intento fallido de violación. La sustracción de las posesiones y de los globos oculares de la víctima obedecería a un deseo de dificultar su identificación mientras que exhibir su cuerpo y llevarse la ropa podría interpretarse como signo de violencia sexual y la obtención de un trofeo.

Unos días después del crimen, con la investigación en punto muerto, aparece un joven en el edificio de departamentos de Gabriella. El nuevo personaje pregunta por ella a los vecinos y así se convierte en sospechoso. Lindmark se apresurará a identificarlo, ¿será el asesino?

Pasado un tiempo son hallados otros dos cadáveres. Si bien hay señales parecidas, también se registran diferencias de consideración. El segundo muerto es un hombre, lo encontraron en el interior de una casa, desnudo, sin ojos y con una “M” grabada en el abdomen, los elementos nuevos son una pequeña cruz de madera y la desaparición del vehículo de la víctima. El tercer asesinato corresponde a otro varón: atacado en su residencia, cuencas vaciadas, letra en el vientre.

No parece haber ningún punto en común entre las víctimas, salvo sendos manuscritos donde consignan los pormenores de su vida, desde la infancia hasta sus circunstancias actuales, pasando por muchas intimidades. ¿A quién podrían ir dirigidas esas memorias? ¿Tienen alguna relación con los crímenes? Estas son algunas de las interrogantes que el equipo de investigadores deberá resolver para detener al asesino que anda suelto en la apacible Finlandia.

ESTRUCTURA

El relato está dividido en cinco partes y cada una se subdivide en un variado número de capítulos. En la mayoría de las páginas la voz narrativa pertenece a Harald; otras veces el relato se apoya en las supuestas grabaciones de los interrogatorios y las juntas en que el equipo de investigación baraja ideas sobre el criminal y la forma de proceder a su captura; pocas veces se nos presenta esa especie de soliloquio del asesino; por último, encontramos las narraciones de otros personajes importantes, incluidas las víctimas.

Gracias a la variedad de personajes, y una construcción y manejo inteligente de sus antecedentes, se abordan temas como los riesgos que implica la energía nuclear y las medidas de seguridad utilizadas en las centrales térmicas; las secuelas físicas y emocionales que dejan los conflictos bélicos en muchos soldados (como el síndrome de estrés postraumático); críticas a las actuaciones de los cascos azules de la ONU, en este caso en la guerra de Bosnia pero vale para cualquier otra, y sus participaciones en actos criminales; el tráfico de mujeres de Europa del Este a Finlandia y la prostitución clandestina.

PERSONAJES

Gunnar Holm, 'medio compañero' de Harald en la academia de policía, su promoción estaba dos años abajo. Buen policía a secas, exitoso en tareas sencillas pero sin talentos excepcionales.

Markus Fredriksson y Hector Borges, asistentes de paso por la comisaría, jóvenes alrededor de la treintena, son personajes a los que casi no se verá a lo largo de las 400 páginas del libro.

Sonja Alder tiene veintiocho años y realizó estudios formales sobre asesinos seriales en Atlanta, Estados Unidos. Inteligente y ambiciosa, es la segunda en jerarquía dentro del equipo.

Harald Lindmark, de cincuenta y cuatro años, ostenta el orgullo de ser el comisario y jefe de investigación más joven que se conozca, su pericia al resolver asesinatos se refleja en una tasa increíblemente alta de experiencias exitosas: noventa y un casos resueltos, de noventa y ocho. Viudo reciente, aún no supera la muerte de Inger, su esposa. Está lleno de remordimientos por haber elegido el trabajo y no la familia. Su característica principal, muy explotada en la novela, es la capacidad para “introducirse en el mal”, meterse en la piel del asesino y capturarlo.

Entre “El ramo azul” y Dame tus ojos, igual que en los crímenes de esta novela, existen similitudes y disonancias. Algunas ya se han mencionado, pero una diferencia digna de mención es el móvil de los atacantes. En el primer caso el motivo, de forma retorcida, obedece al amor; en cuanto a la creación de Pettersson… le toca al lector descubrirlo.

Correo-e: [email protected]

Escrito en: caso, investigación, ojos, comisario

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Siglo Nuevo

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas