Pierden dinero con cada árbol que se quema

A decir del gerente estatal de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), Daniel Trujano Thomé, el control de incendios forestales, más que ser un tema de recursos, es de voluntades ya que no se trata de apagar más siniestros, sino de provocar menos.

En este sentido, expuso que por la topografía que tiene Durango el control de incendios se complica y este año en zonas como Santiago Papasquiaro y Tepehuanes hubo un menor impacto gracias a la organización e involucramiento de varios sectores.

Refirió que se trabaja con el Gobierno del Estado, el Gobierno Federal, además de la formación de brigadas rurales y ejidales para la prevención y el combate de incendios forestales.

Asimismo, expuso que los involucrados participan ya que no hacerlo, implica importantes pérdidas económicas.

“Ya mucha gente que tiene sus permisos de aprovechamiento entiende que un árbol que se les quema, son alrededor de 900 pesos por metro cúbico de madera que están dejando de percibir y desde luego pues eso los motiva más a cuidar lo que por derecho es de ellos pero que por obligación también les corresponde evitar este tipo de incendios”, dijo.