Pocas cosas tan reveladoras de una sociedad, como las creencias religiosas. Las creencias nos identifican, pero también nos definen. Más específicamente, nos diferencian. Estos y aquellos. Ustedes y nosotros. Para el caso, la raíz de la palabra es notablemente significativa. Religión es "religio" en latín, unida al indoeuropeo, "ligare" (ligar, agarrar). De esa manera, es lo que nos junta, nos une. Ya sea por devoción, fe o creencia en Dios.
Tras los avances científicos y tecnológicos del siglo XIX, se creyó ingenuamente que la religión tendería a desaparecer. Incluso, que las creencias metafísicas o la idea de Dios, desaparecerían. A eso le llamaron "modernidad". Pero nada más opuesto al sueño del progreso. Si algo demuestra el siglo XXI, es la vigencia de las religiones. Las creencias religiosas son tan antiguas como la civilización misma. Para Freud, la fe en Dios proviene del sentimiento de orfandad. Ustedes dirán...
Tan fuerte es el arraigo de las creencias religiosas, que el afamado escritor francés, Michel Houellebecq, imaginó en su novela Sumisión (2015), una Francia islámica que desplaza a la vieja sociedad liberal y laica. Veamos otro enfoque. Mientras las iglesias del cristianismo son abandonadas en Europa, el Islam es la religión que más crece en el mundo. Tanto así, que las recientes proyecciones del Pew Research Center, ya suponen que superará al cristianismo hacia finales de este siglo. Pero creyentes del mundo, no asustéis, que no hay nada más imprevisible, que el futuro mismo.
¿Y cómo andan las creencias religiosas en México? De acuerdo con los censos poblacionales del INEGI, desde 1950, el porcentaje de católicos cayó de 98.2 por ciento, a 82.9 por ciento en 2010. De esa caída extrañamos las discusiones y sobre todo, las explicaciones de las autoridades católicas; no hace mucho regañadas por el Papa Francisco. Sobre el punto, lamentablemente la última encuesta intercensal del INEGI 2015, sacrificó preguntas tan relevantes como las creencias religiosas. Todo por "ahorrarse" presupuesto. Por lo mismo, son relevantes los recientes resultados de la Encuesta Nacional sobre Creencias y Prácticas Religiosas en México 2016. El estudio viene avalado por los Colegios de la Frontera, Jalisco y Ciesas, bajo el auspicio del Conacyt.
Sin duda, la investigación muestra un visión actualizada de las prácticas religiosas en el país. 95 por ciento de los mexicanos se asume religioso, mientras que 4.9 asegura no pertenecer a una religión. ¿Ateos, agnósticos? ¿Despistados o descarriados? Digámoselo de manera elegante: "libre pensadores". México sigue siendo mayoritariamente católico. 8 de cada 10 se declaran católicos. Sin embargo, del 10.4 por ciento que cambió de religión, poco más de la mitad de ese porcentaje, son católicos. Dicho de otra manara, el catolicismo pierden clientela frente a los iglesias cristianas.
Para la antropóloga del Ciesas, Renée de la Torre Castellanos "existen actualmente muchos cambios, muchos reacomodos, muchas recomposiciones al interior del catolicismo. Los católicos son a su vez cada vez más católicos a su manera, distantes de la institución, alejados de los dogmas, de los valores, de las normas e incluso están, de alguna manera, rehabilitando otras formas de creer y de prácticas muy diferentes a las que la jerarquía católica está planteando" (El Universal, 16 de junio 2017).
Entre los creyentes que asumen una religión (en su mayoría católicos), se destacan tres aspectos: 41 por ciento declaró que es religioso por tradición; 28 por ciento por convicción, y 17.9 por ciento cree "a su manera". Aunque parezca obvio, el estudio permite cuantificar prácticas como las siguientes: 54% tiene un altar en su casa o símbolo religioso. ¿Pero de qué? Por supuesto, 59% lo dedica a la virgen de Guadalupe, una de las tradiciones más fascinantes y profundas del país. Como verán, a la Morenita no hay quien le compita. Porque sólo 12.4 por ciento tiene además uno dedicado a algún santo patrón o patrona. No falta la Santa Muerte. Hay otros datos que muestran las creencias populares. 25% cree en fantasmas y aparecidos; 53 cree en el diablo...
En relación a la política y religión, 88 por ciento de los mexicanos rechaza que los candidatos a elección popular utilicen símbolos o recursos religiosos para ganar votos. Al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios. Para el 75.3 por ciento de los encuestados, las religiones no deben participar abiertamente en política electoral.
Por supuesto, la encuesta da más resultados, pero espacio se acaba. El informe lo pueden consulta en la página www.rifrem.mx.
Posdata. Tan perdidos los políticos mexicanos, que últimamente nos hablan de tener fe en instituciones tremendamente ineficaces y corruptas (Osorio Chong). Por las mismas, nuestro extraviado presidente invoca a la "diosa fortuna". ¡Ni para dónde hacerse!
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