Editoriales

Mirador

ARMANDO FUENTES AGUIRRE (CATÓN)

Un fantasma aparece cada noche en nuestra casa del Potrero de Ábrego Debe tener la misma edad de la casona, pues al igual que ella se mira fatigado, y cruje a cada paso como si se fuera a caer. No nos asusta ya, por eso, y hemos llegado a quererlo igual que a un miembro más de la familia.

Hace unas noches quise platicar con él. A fin de no asustarlo con la luz del foco encendí una vela -le es más familiar-, y a su débil fulgor inicié la conversación. Le pregunté de quién era fantasma. ¿De algún abuelo o bisabuelo? ¿De algún remoto antepasado cuyo nombre ni siquiera recordamos ya?

No respondió. Los fantasmas generalmente no responden; son casi siempre silenciosos. Se levantó del sillón donde se había sentado y se dispuso a irse. Antes, sin embargo, sopló sobre la vela para apagarla. No se apagó la vela, como si el aire del fantasma fuera igualmente fantasmal. Callado, callado siempre se alejó y se perdió en la oscuridad de las habitaciones.

Me dispuse a ir a la cama. Quise apagar la vela con un soplo. Tampoco se apagó.

¡Hasta mañana!...

Escrito en: Mirador vela, fantasma, igual, siempre

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Editoriales

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas