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El nuevo 'tapado'

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JESÚS MENA VÁZQUEZ

En el todavía incierto escenario electoral del próximo año la XXII Asamblea Nacional que llevará a cabo el PRI marca un episodio más dentro de los movimientos que cada partido está realizando para determinar el o la candidata que abandere su causa.

La definición de las reglas del juego para seleccionar a la persona que contenderá en la elección presidencial del próximo año por parte del PRI tendrá efectos importantes ya que dependiendo el programa y el candidato o candidata, va a mostrarse más abierto o cerrado ante la sociedad.

La coyuntura electoral actual no favorece al PRI; las encuestas señalan como favorito a Andrés Manuel López Obrador, el político populista de izquierda que ofrece soluciones mágicas a los problemas estructurales que padecemos, pidiendo únicamente confiar en su capacidad para resolverlos.

Aún con todas las deficiencias que tiene la democracia mexicana será necesario que la persona que ocupe la Presidencia negocie con un Congreso de la Unión que seguramente estará dividido entre las principales fuerzas políticas del país, sin que alguna disponga de mayoría para imponer su agenda.

Independientemente de las posibilidades que tenga el PRI en esta elección, es importante que la selección de candidato mande un mensaje a la población. Recientemente se ha abierto el debate sobre la posibilidad de postular a algún candidato "externo" a la Presidencia de la República; el grupo político del Presidente parece apoyar esta opción; por otro lado se encuentra la línea dura del partido que pugna por un candidato con las credenciales que le permitan gozar de simpatías entre los militantes.

El contexto de la elección no es sencillo para ese partido; si se elige un candidato externo se corre el riesgo de lastimar el sentido de pertenencia del voto duro que siempre ha presumido el PRI. Si además de eso existen actores políticos locales que se sientan desplazados en la toma de decisiones, la estructura "de tierra" puede comenzar a recibir mensajes que contradigan la estrategia que se delinee a nivel nacional. Si escoge un candidato que logre la simpatía de la militancia pero que no "conecte" con el electorado, el escenario más seguro es que pierda la elección.

Aún con el desprestigio que tienen los partidos políticos en nuestro país, en el futuro inmediato seguirán teniendo un papel importantísimo en la democracia que tenemos. Si algo sabemos es que el próximo Presidente de la República será abanderado por un partido político o una coalición de éstos. La posibilidad de que un candidato independiente tenga una oportunidad real de ganar en la elección presidencial de 2018 es, para efectos prácticos, nula. El valor de los candidatos independientes en esta elección será la de poner sobre la mesa temas que la clase política no quiere discutir abiertamente. Esto es un gran logro para el movimiento independiente, pero en estos momentos no hay un candidato con el empuje suficiente para ganar la elección presidencial, al menos no la que se disputará el año que viene.

Twitter: @jesusmenav

Escrito en: Vida pública candidato, elección, partido, será

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