Acabó la fiesta, sigue la rendición de cuentas
Tras 24 días de fiesta a simple vista parece que los responsables de la organización de la Feria Nacional Durango (Fenadu) pasaron la "prueba de fuego", no obstante que se trató del primer evento de la actual administración estatal y pese a las suspicacias generadas en torno al nuevo equipo.
Un dato por demás importante es que en la Fenadu se tuvo un saldo blanco en el tema de seguridad, pues si bien es cierto no faltaron los percances menores más comunes, en el tema de los conciertos masivos estos se llevaron en orden y sin heridos, además que los juegos mecánicos no registraron fallas, lo cual es de vital importancia cuando últimamente en otras partes del país y del mundo han ocurrido muertes por desperfectos en estas máquinas.
Dentro de la organización existieron algunos "prietitos en el arroz", como lo fue la molestia del personal municipal que participó en la Fenadu por los alimentos que les ofrecían, el hecho de que se optó por medio maratón y la cancelación de algunos artistas en la velaria, en especial el del Tri que generó bastante polémica. Al final, se sortearon dichos problemas y se tuvo una asistencia aproximada de 900 mil personas en la feria.
Es entendible que si se pretende posicionar a la Fenadu como un referente nacional, como un evento interesante a la población y que atraiga visitantes de otros estados, sea necesario invertir un fuerte capital y tomar estrategias tales como la rifa de los vehículos, que sin duda emociona a la gente. Pero con el manejo de este recurso los organizadores tienen la responsabilidad de ofrecer un minucioso balance financiero que no deje lugar a dudas de la transparencia de su ejecución y así, acabar con los señalamientos que hay, incluso en diarios nacionales, sobre un derroche por parte de la administración estatal.
Existe además un punto por demás delicado, ya que algunos testimonios, anónimos por supuesto, señalan la venta de sustancias ilícitas en las zonas de los antros, tanto afuera como adentro de estos negocios. Se debe poner atención el próximo año para evitar que se repita.
Habrá que esperar algunos días más para que Julio Muciño dé a conocer los resultados económicos finales de la Fenadu 2017. Mientras tanto, el Comité de festejos de la ciudad afirma que tuvo una ganancia de 500 mil pesos, pues el concierto con Maluma les implicó ingresos por el orden de los 26 millones de pesos y eso solventó las pérdidas en otros eventos.
PUNTO Y APARTE.- La noticia de ayer fue sin duda, el anuncio del Gobierno del Estado respecto a que se giraron órdenes de aprehensión contra Eduardo Díaz Juárez, ex titular de la Secretaría de Salud (SSA) y María de Lourdes Eugenia Díaz Herrera, ex directora administrativa de la misma dependencia. Se les acusa de un perjuicio al erario estatal por el orden de los 53 millones de pesos.
Y en esta delicada acusación ha salido a relucir el nombre de la empresa Pacs Computación, propiedad de la ex presidenta del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Diana Ocón, a quien se le adjudicó de manera directa el contrato de más de 82 millones de pesos para la implementación del expediente clínico electrónico en el Hospital 450, servicio que no cumple ni al 50 por ciento de funcionamiento pero sí se pagó. Aunque no hay una denuncia en contra de la empresaria, el área jurídica del Gobierno del Estado no descarta actuar en su contra por la responsabilidad que le resulte.
Independientemente de la resolución de este caso, es hora de poner orden también en el sector empresarial. Durante años, las diferentes cámaras y organismos fueron utilizados para alabar el trabajo del gobernante en turno y sin duda, varios dirigentes gozaron de muchos privilegios al ser parte del grupo oficial de aplaudidores. ¿Cuántos de ellos se beneficiaron de manera irregular con contratos, adjudicaciones o licitaciones de miles o millones de pesos?, cuestión de revisar un poco y saldrán a relucir los nombres.
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