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ARMANDO FUENTES AGUIRRE (CATÓN)

Han florecido en mi jardín los alcatraces, flores nupciales de apariencia lúbrica.

Con ellos formaban su ramo las novias del pasado siglo. En los antiguos retratos de bodas aparecen los alcatraces con su mensaje a un tiempo de pureza y voluptuosidad.

Las flores tienen su propio lenguaje. Lo dijo García Lorca por boca de Doña Rosita la soltera. El alcatraz nos habla de goces presentidos; de secretos deliquios; de íntimas intimidades entre un hombre y una mujer que nunca nadie sabrá aparte de ellos.

Con los alcatraces mi jardín se ha vuelto erótico. Deberán ahora brotar los pudorosos lirios y la mística pasionaria, a fin de restablecer la armonía floral.

Por lo pronto les pediré a los alcatraces que se recaten entre su follaje. Ellos me dirán que no tienen la culpa de mis pensamientos ni de mis recuerdos. Y tendrán razón. Pero aun así les pediré que se escondan, pues yo no puedo esconder ni mis recuerdos ni mis pensamientos.

¡Hasta mañana!...

Escrito en: Mirador alcatraces, jardín, tienen, pediré

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