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'O' de omisos

DENISE DRESSER

"O" de Odebrecht. "O" de omisos. "O" de occisos. "O" de omertá. Letra definitoria del comportamiento en torno a un caso que en otros países ha llevado a investigaciones y encarcelamientos. En Brasil acusan a Lula da Silva, en Perú encarcelan a Ollanta Humala, en Guatemala exponen a Otto Pérez Molina, en Venezuela los reflectores se posan sobre Maduro. ¿Y en México? Nada. Aquí no prospera la investigación, aquí persiste la impunidad. Aquí algunos son acusados, pero ninguno es indiciado. Aquí estalla el escándalo, pero pocas veces con consecuencias. La empresa brasileña tejió una amplia red de corrupción a través de sobornos a lo largo del continente. Pero mientras en otras latitudes, la madeja se va deshilando, en nuestro país la protección persiste. La "O" es omnipresente, resistente. Un círculo vicioso perfecto.

Y en el centro de él Emilio Lozoya, exdirector de Pemex, excoordinador de Vinculación Internacional de la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto. El que nada sabe y nada supo. El que es señalado por exfuncionarios de Odebrecht como recipiendario de al menos 3 millones 140 mil dólares depositados en una cuenta -vinculada a él- establecida en las Islas Vírgenes. Hechos incontrovertibles detallados por Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad y la organización El Quinto Elemento. Ahí están las cuentas, ahí están las transferencias. Ahí están las declaraciones de los testigos ante las autoridades brasileñas. Lozoya identificado, acusado y sobornado según el exdirector de Odebrecht en México y otros operadores.

Flujos que fluyeron -como en otros países de América Latina- para financiar elecciones, conseguir contratos, intercambiar pesos por presencia. Lozoya sólo fue parte de un proceso mediante el cual Odebrecht compraba candidatos para obtener protección a sus intereses, para garantizar la expansión de su inversión. Y lo logró. Tan es así que hasta el día de hoy no existe una respuesta gubernamental coherente a las siguientes preguntas: ¿Cómo explicar que Pemex otorgara contratos a Odebrecht a pesar de irregularidades como sobrecostos y pagos ilegales? ¿Cómo explicar el crecimiento espectacular del consorcio en Veracruz durante el gobierno de Duarte? ¿Cómo explicar los múltiples señalamientos hechos por exejecutivos de la empresa a funcionarios mexicanos? ¿Cómo explicar la pasividad de la PGR ante un tema que está tumbando a presidentes? ¿Acaso México fue el único país inmune a la operación Odebrecht?

La única explicación es política y también institucional. Tiene que ver con el silencio que el gobierno impone ante las sospechas de financiamiento ilegal a la campaña de Peña Nieto. Tiene que ver con el manto protector que coloca encima a funcionarios involucrados en contratos de obra pública, los más propensos a la corrupción. Tiene que ver con la ausencia de una PGR autónoma, independiente y la sujeción de Raúl Cervantes -el Fiscal Carnal- al Presidente y su camarilla. Cervantes, exsecretario jurídico del PRI durante la campaña presidencial y defensor de su partido ante las acusaciones de financiamiento ilegal vía las tarjetas Monex. Operador en el Senado de las negociaciones políticas del Pacto por México. Amigo, cuate, compadre, cuidador. Alguien con ese perfil y esa trayectoria jamás se adentrará en esa "O" de Odebrecht.

Por ello el imperativo de impedir su "pase automático" para ser el próximo fiscal general. Por ello la exigencia de que la nueva institución cuente con reglas y liderazgos que aseguren su autonomía. Desde hace meses el colectivo #FiscalíaQueSirva ha delineado un mapa de ruta para la selección de un fiscal políticamente independiente y la construcción de una fiscalía que procure justicia en lugar de proveer protección. Es tiempo de ir por eso y más. La razón detrás de la lentitud de la PGR es la cuatitud de quien la dirige. El motivo detrás de su falta de contundencia es la carnalidad. La actitud deferencial a Lozoya, el silencio de la Unidad de Inteligencia Financiera de la SHCP en torno a las cuentas descubiertas, así como el destino de los fondos que Odebrecht depositó en ellas. Porque Lozoya evade el tema central cuando dice "no tengo comentario sobre algún posible financiamiento ilegal a la campaña del 2012". Intenta hacerse el occiso sobre Odebrecht, cuando ya nadie en el poder puede ser omiso a la cloaca que construyó y al Presidente que quizá compró.

Escrito en: Odebrecht, ¿Cómo, campaña, explicar

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