Pobreza y desarrollo
Históricamente nuestro país ha luchado con dos flagelos que no hemos sido capaces de erradicar: la pobreza y la desigualdad. Desde hace siglos en nuestro país está enraizada una tremenda desigualdad en el acceso a la riqueza y a las oportunidades para tener una vida mejor. La pobreza y la dificultad para superarla tiene uno de sus anclajes en la desigualdad, sin embargo, lograr cambios en esta última requiere de cambios en la estructura social, por lo que en esta entrega solamente hablaré de la pobreza.
Durante algunas décadas del siglo XX el país experimentó un crecimiento económico que benefició principalmente a los habitantes de las grandes ciudades; la población en condiciones de pobreza extrema se encontraba principalmente en las zonas rurales, donde los beneficios del desarrollo no llegaron sino hasta mucho tiempo después.
En las últimas tres décadas el enfoque contra la pobreza cambió de un modelo asistencialista a un modelo que privilegia la adquisición de "capacidades" para que los individuos puedan aprovechar al máximo las oportunidades que el entorno les brinda.
Sin embargo, aún cuando el enfoque para luchar contra la pobreza sea el que comparten la gran mayoría de los países en occidente, éste depende de que existan diferentes precondiciones para que los individuos puedan incrementar su bienestar, tal vez el más importante sea el crecimiento económico que permite la creación de empleos mejor pagados, pero existen otros que no podemos dejar de mencionar y que tienen que ver con la provisión de bienes públicos por parte del estado, principalmente educación y salud, pero también seguridad, impartición de justicia y que exista un estado de derecho para garantizar la aplicación de las leyes. En nuestro país, los porcentajes de población en condiciones de pobreza no han cambiado en tres décadas porque el crecimiento económico no ha sido el suficiente para generar empleos.
El Presidente de la República rindió su quinto informe de gobierno y en su discurso resumió los logros que ha tenido el gobierno federal en materia social, en particular el avance de la lucha contra la pobreza extrema, apoyado con las cifras que recién hizo públicas el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) respecto a la evolución de la pobreza en el período 2010 - 2016.
En su informe, el Presidente sugirió que la pobreza extrema puede ser erradicada en período de una década, lo cual como país es una meta muy atractiva, sin embargo es necesario que las precondiciones de las que hablábamos sean una realidad, si eso no sucede, la política social no puede, por sí sola, acabar con la pobreza.
Twitter: @jesusmenav