HISTORIAS DE LA CREACIÓN DEL MUNDO
En realidad el mundo no iba a tener piedras. El Señor quería que la tierra fuera suave y tersa, como de terciopelo, para que los hombres pudieran caminar por ella igual que sobre una mullida alfombra.
El Hijo, sin embargo, fue con el Creador.
-Padre -le dijo-. Opino que en el mundo debe haber piedras.
-¿Para qué?- preguntó el Hacedor.
-Bueno -explicó el Hijo-. Por principio de cuentas, si no hay piedras el poeta no podrá decir aquello de: ".Te quitarás piadoso las sandalias por no herir a las piedras del camino.". Sólo por eso valdría la pena tener piedras.
-No me parece razón suficiente -replicó el Padre.
-Además -siguió diciendo el Hijo- tengo preparada una frase muy buena para decirla cuando esté en la Tierra. La frase es ésta: "El que esté libre de culpa que lance la primera piedra". Si no hay piedras ¿cómo podré decirla?
Al Creador le gustó mucho la frase, y de inmediato procedió a hacer las piedras para que su Hijo pudiera pronunciarla. Le dijo:
-Perdóname por no haber hecho antes las piedras. Pero el que esté libre de culpa que lance la primera piedra.
¡Hasta mañana!....