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Aispuro se juega el sexenio en el 2018

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Aispuro se juega el sexenio en el 2018

Aispuro se juega el sexenio en el 2018

IVÁN SOTO HERNÁNDEZ

En Durango, la mayoría de los actores que tendrán protagonismo político en el proceso electoral del 2018 ya tienen la mirada bien puesta en sus respectivos objetivos, incluso, en los métodos y las alternativas que podrían utilizar, todo con tal de alcanzarlos.

Sin embargo, es de llamar la atención que el único cabo suelto, el único ente de poder que no ha mostrado externamente y con claridad sus cartas ni sus estrategias, es el grupo que despacha desde el Centro de Convenciones Bicentenario.

Esto genera dos suposiciones elementales: 1.- O está muy reservada la información de la jugada que hará el titular del Poder Ejecutivo en el Estado, al grado que la mayoría de su equipo la desconoce; 2.- O el proyecto electoral es algo que aún no tiene resuelto el jefe que ahí despacha, pese a tener el tiempo casi encima.

El Gobernador del Estado, José Rosas Aispuro Torres, sabe perfectamente que él es una de las piezas importantes del ajedrez político que se habrá de vivir durante los próximos meses, por la simple y sencilla razón que si algo ha aprendido el actual Mandatario es hacer campañas, por lo tanto conoce los tiempos políticos a la perfección.

Solo que en esta ocasión hay una gran diferencia: por primera vez en muchísimos años, a Aispuro Torres le toca dirigir una estrategia electoral sin ser el actor principal que vaya en una boleta. Y a pesar de ello ésta que viene es, sin duda, la elección más importante que le tocará librar.

Porque en el 2018 el Gobernador se juega el sexenio entero. Si no logra una buena votación que le genere curules en el Congreso del Estado, si se queda sin diputados federales o senadores, y por el contrario si llegan estos espacios a manaos de sus adversarios, lo menos que podría sufrir su sexenio es un proceso de parálisis política.

Es como quedarse sin manos y sin pies para moverse. Ya que la siguiente aduana la tendrá en la elección de alcaldes en 2019, pero, si a ese punto llega desgastado y con un estado repartido entre las diferentes fuerzas políticas, es predecible el resultado que podría obtener.

Hoy, el jefe político está en la etapa crucial de definir el rol que quiere que juegue su equipo, pues en estos momentos tiene a varios perfiles jugando diferentes posiciones a la vez, de tal suerte que no les define si son los auxiliares del director técnico, o son porteros, o defensas, medios, delanteros, árbitros, banca o incluso porra.

Por un lado, Aispuro tiene a su gabinete, por lo tanto se entendería que es su equipo primario, al que debe darle el peso necesario para que en cada área esté el funcionario o la funcionaria que mejores resultados da. A estas alturas ya debió darse cuenta quién le sirve y quién le hace más daño, por mucho que tenga un gran compromiso político o de afectos.

Y por el otro lado, el Gobernador tiene al equipo de actores, operadores y asesores políticos para salir adelante en materia electoral, tomando en cuenta que es un gobierno de coalición o alianza de varios partidos y de diferentes intereses políticos. A ellos les corresponde dar resultados cada uno en su trinchera.

Por ejemplo, el Mandatario debe definir si le dará la confianza a Marcos Cruz Martínez para que saque adelante los objetivos del grupo Aispurista al interior del PRD, o si la juega con otro enlace de mayor confianza tomando en cuenta el excesivo toque de "autonomía" con el que se ha desempeñado el petista Marcos este primer año.

También debe mandar señales para que defina y haga fuerte a un enlace de operación con el PAN, donde quedó demostrado que si esa función en un principio la encomendó a Rodolfo Elizondo Torres o a José Antonio Ochoa, ambos le fallaron, ya que ha sido mucho mayor el avance de José Ramón Enríquez y el retroceso del grupo aispurista en la conquista de espacios dentro del panismo.

En el caso del PRI tiene la facilidad de contar con varios brazos que pueden intervenir para tejer alianzas que puedan resultar necesarias y estratégicas, dado el origen de Aispuro y la militancia aún priista de muchos de sus cercanos. Aunque es evidente que en ello la mayor confianza se la está dejando a su casi hermano, Jaime Rivas Loaiza.

Si Carlos Maturino Manzanera se perfila para una candidatura por la alianza PAN-PRD o por el PRI como una posición del Partido Verde, es de suponerse que Aispuro se queda con Adrián Alanís como su operador de gabinete y como su enlace con otros partidos como el PANAL, el Verde y otros.

Sin embargo, la indefinición es un arma de doble filo y ya permea por ejemplo al interior del Partido Acción Nacional, ya que mientras José Ramón Enríquez se mantiene firme en su convicción y su abierto apoyo para Rafael Moreno Valle, ya sea por el carril del PAN o por el Frente Amplio Democrático, el caso del Gobernador no ha tomado partido.

Las definiciones cuestan, pero las indefiniciones a veces cuestan más. Y esto se circunscribe en la pugna interna entre Ricardo Anaya y Margarita Zavala por la candidatura a la Presidencia de México, ya que el Gobernador de Durango en todo esto ha preferido no inclinarse o mandar señales a favor de ninguno.

Ya para concluir, vayamos por partes. La lucha por el Senado de la República es por dos posiciones de mayoría y una de representación proporcional. Y aquí el PRI ya empezó a enderezarse y habrá de buscar acuerdos para ver a quiénes postula, pero el problema está en la fórmula del PAN y el PRD, en alianza como sabemos que irán, porque quien sí levantó la mano es Enríquez, pero Aispuro no ha dicho con quién buscará competir por esos espacios.

El grupo que domina actualmente al PAN ya definió hace meses su distancia con el Ejecutivo y su cercanía con el Alcalde Enríquez. El PRD de René Galindo ya hizo exactamente lo mismo, mientras en el Bicentenario solo observan cómo se quedan sin el control de sus aliados políticos más importantes.

En el PRI la definición final se dio a favor de Enrique Benítez Ojeda y Ali Gamboa, la fórmula que menos convenía a los intereses del Bicentenario, así que podría esperarse que las definiciones de espacios para senadurías, diputaciones federales y locales sean las más alejadas a lo que podría beneficiar la causa aispurista.

Hoy el equipo del Gobernador debe decidir con quiénes se alía y con quiénes se sigue peleando. El riesgo es que en el transcurso de los próximos meses se complique aún más el escenario al grupo del poder, sobre todo si no hay frialdad y objetividad en el análisis de lo que está ocurriendo, y peor aún, si el tiempo avanza y la indefinición se hace vicio.

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Escrito en: ComuniK2 Aispuro, Gobernador, tiene, grupo

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