Nosotros

Requerimos mejor comunicación

PADRES E HIJOS

Requerimos mejor comunicación

Requerimos mejor comunicación

IGNACIO ESPINOZA GODOY

Uno de los errores muy comunes en las relaciones de pareja, durante el matrimonio, es el relativo a la falta de comunicación suficiente cuando se trata de tomar acuerdos o decisiones con respecto a los hijos, situación que en ocasiones puede propiciar molestias desde menores hasta fricciones fuertes que pueden derivar en discusiones que no tendrían razón de ser si en su momento las determinaciones se tomaran con un diálogo previo entre ambos padres, ya que cuando uno de los dos decide sin consultar al otro puede dar origen a una lucha de poder que podría no terminar inclinándose en favor de alguno.

Por ejemplo, en una escena muy frecuente, suele ocurrir que a uno de los dos padres de familia, uno de los hijos o hijas le pide permiso para salir a pasear el fin de semana con sus amigos o amigas, solicitud a la que, sin pensarlo siquiera, el papá o la mamá que recibe la petición accede positivamente, con lo que no se puso a pensar si el otro cónyuge tenía planes familiares para ese mismo fin de semana, lo que puede ser causa de, por lo menos, una ligera discusión entre la pareja al no ser tomado en cuenta uno de ellos en la decisión de otorgar el referido permiso.

Esa determinación, tomada unilateralmente por uno de los cónyuges, podría significar un episodio que no tendría mayor importancia (al menos para quien concedió el permiso); sin embargo, para el otro integrante de la pareja podría representar un menoscabo en su relación por el hecho de sentirse ignorado en una decisión que les corresponde a los dos, pues todo aquello que les incumbe como padres de familia debe ser dialogado y de ello debe surgir un acuerdo razonable de tal manera que no afecte su relación en ningún aspecto.

Lamentablemente, todavía en estos tiempos, muchos varones tienen la idea de que las decisiones en su relación matrimonial las pueden tomar sin necesidad de consultarlas con su esposa, lo que evidencia que el machismo está presente en muchos hogares de nuestro país y que es un reflejo de que los viejos modelos de antaño aún se resisten a prevalecer sobre la ansiada y necesaria equidad de género que debe existir en los tiempos actuales donde hombres y mujeres tienen los mismos derechos y obligaciones en los diferentes ámbitos donde nos desenvolvemos, sobre todo cuando se trata del hogar.

También de manera desafortunada, aún se pueden observar casos en los que los hombres tienen todo el poder para decidir en torno a todos los aspectos que se relacionan con el hogar, al grado de que las mujeres son ignoradas por completo y relegadas a un segundo plano, al de meras amas de casa que no tienen voz ni voto en ningún sentido, por lo que no carecen del derecho de opinar, y si lo hacen corren el riesgo de ser calladas violentamente, de manera verbal o físicamente, por lo que generalmente no intervienen en las determinaciones que toma el "jefe" de la casa de forma unilateral, arbitraria, prepotente y autoritaria.

En este tipo de hogares, si las mujeres no tienen derechos de ninguna clase, los hijos e hijas, normalmente, también viven bajo las órdenes del padre, de tal manera que saben que si desean obtener alguna concesión o permiso, deberán ganárselo si aspiran a conseguirlo, pues conocen de antemano la respuesta, así que buscan la forma de salirse con la suya, aunque esto no sucede con frecuencia por lo que casi siempre se quedan con las ganas de acudir a alguna fiesta o de salir a pasear con sus amistades.

Aunque no me atrevería a afirmar que son ya pocos los hogares de este tipo, donde generalmente el varón es el que toma las decisiones por los demás integrantes de la familia, aún se puede observar un importante número de casos de esa clase; sin embargo, este tipo de relaciones ya sólo subsiste, normalmente, en aquellas casas donde el hombre es el único proveedor, es decir, donde es el único que trabaja y el que aporta todos los satisfactores materiales y económicos para la subsistencia, pues en aquellos casos de hogares -afortunadamente es una cantidad considerable- donde la mujer también labora y contribuye para el sostenimiento financiero, las determinaciones sobre el rumbo de la casa y sus moradores las toman ambos cónyuges de común acuerdo.

Después de todo, lo más justo es que la pareja se ponga de acuerdo en todos aquellos aspectos en los que ambos deben opinar, ya que se trata de encontrar el equilibrio y la armonía en todas las decisiones que les pueden afectar como matrimonio y como familia.

No se trata de ver quién puede más, ni quién aporta más, para en función de esto asumir el poder de tomar las decisiones en lo que respecta a los hijos, sino de dialogar, de comunicarse entre ambos para que prevalezca el sentido común a la hora de acordar sobre aquellos aspectos que les conciernen como pareja, por el bienestar de todos los integrantes de la familia.

Escrito en: Padres e hijos tienen, decisiones, trata, todos

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Nosotros

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas