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México fuerte y los apuntes del desastre

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México fuerte y los apuntes del desastre

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VÍCTOR MONTENEGRO

Como aquel 19 de septiembre de 1985, el pasado martes por la tarde las imágenes se repitieron a causa del sismo de 7.1 grados que sacudió a la Ciudad de México y los Estados de Puebla, Morelos, Guerrero y Estado de México. Fotografías y videos, el recuento de daños, las cifras de muertos, desaparecidos y lesionados, impactaron a la sociedad mexicana y el resto del mundo pero en especial a quienes vivieron en carne propia las consecuencias de este lamentable desastre.

A diferencia de hace 32 años, en esta ocasión las redes sociales jugaron un papel preponderante pues además de que abonaron a la comunicación entre la sociedad mexicana, también han servido para difundir la solidaridad del pueblo mexicano que, ante los embates de la naturaleza, nuevamente demuestra de qué está hecho.

Sin embargo, esta reciente catástrofe, no solamente nos ha recordado que ante la adversidad los mexicanos estamos dispuestos a entregarlo todo mostrando esa sensibilidad y calidad humana; por otra parte, el planeta nos ha demostrado una vez más, que no hay estrategia alguna ni existirá poder humano que pueda prevenir su fuerza; su palpable y agresiva advertencia de que está vivo.

Por ejemplo la alarma sísmica no se activó a tiempo; nadie en el centro del país estaba preparado mucho menos se esperaba un terremoto coincidente en fecha y de similar magnitud; si acaso, el simulacro de unas horas antes apenas logró que los capitalinos repasaran las reglas que se deben seguir pero de pronto, la realidad embistió y sobrepasó cualquier expectativa.

Cierto es que la tragedia nos hizo también olvidar o dejar de lado preferencias políticas, inclinaciones religiosas o situación socioeconómica, condiciones que nos etiquetan en la escala clasista desequilibrada propia de una sociedad como la nuestra. Empero, lo que no se olvida, es la indiferencia y poca sensibilidad que ha caracterizado a los políticos mexicanos no de ahora, sino de siempre.

Y es que el reciente sismo al igual que el de hace 32 años evocó también ese comportamiento indolente, como el del entonces presidente de la República, Miguel de la Madrid Hurtado, quien cuando el terremoto de 8.1 grados en la escala de Richter aquel 19 de septiembre de 1985, reaccionó de manera tardía lo que le hizo acreedor del repudio de los mexicanos y que a la fecha, hasta su lecho de muerte le seguimos reclamando.

Además de su retardo en aquella ocasión Miguel de la Madrid tomó en una primera instancia la decisión de no aceptar la ayuda internacional, eso acrecentó todavía más el descontento del pueblo mexicano abatido y desconsolado ante la destrucción y la pérdida de vidas humanas. Su gestión autoritaria lo llevó a simular una democratización para intentar fortalecer su régimen, pero obviamente solo robusteció el del partido político único en el poder.

Si bien es de reconocer que hoy el presidente Enrique Peña Nieto como el propio jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, rompieron con esa imagen negativa propia de la ancestral clase política gobernante, la inicial negativa de diputados y militantes partidistas a la demanda social de utilizar el dinero de las campañas del próximo año, para reconstruir las zonas afectadas por el sismo, nuevamente encumbraron el odio de todos los mexicanos.

Es en este sentido en el que nuevamente las redes sociales están jugando un papel importante, pues la exigencia ciudadana se ha canalizado por esta vía a través de etiquetas o hashtags como #PartidosDenSuDinero y #PartidosDonenNuestroDinero, con los que se demanda una verdadera acción de solidaridad por parte de los políticos mexicanos para que donen un porcentaje o la totalidad de estos recursos.

Ante a la inexistente voluntad política y apegados a los términos legales, la referida propuesta ciudadana puede ser pulverizada de un solo tajo, sin embargo, a nadie le cabe la menor duda de su legitimidad, más cuando estamos cansados de ver espectaculares, volantes, spots en medios electrónicos y todo lo que implica la logística de las campañas proselitistas que, al final, gane quien gane, no ha existido hasta el momento un solo gobernante en este país que haya sacado adelante un distrito electoral, municipio o Estado alguno.

EN LA BALANZA.- El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, apechugó la repulsión de un pueblo mexicano dolido. Seguramente rechiflas y mentadas tenían como destinatario a su jefe, el presidente Peña Nieto. Lo mismo le ocurrió a Aurelio Nuño, secretario de Educación. Entiendan que la gente los quiere ver ensuciarse las manos, así que váyanle midiendo, señores presidenciables.

CERROS SECOS Y PELONES... En el municipio lagunero de San Pedro de las Colonias, Coahuila, un sismo de 4.1 grados en la escala de Richter fue confirmado por el Servicio Sismológico Nacional de la UNAM, durante la madrugada del pasado miércoles.

Twitter @Vic_Montenegro

Escrito en: Contrapesos Miguel, mexicanos, nuevamente, sociedad

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