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El PAN y la paridad electoral

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El PAN y la paridad electoral

El PAN y la paridad electoral

LUIS LOZANO

Después de luchar algunos años por encontrar mecanismos que permitan la paridad de género en la conformación de los órganos legislativos locales y federales, la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (Legipe) finalmente estableció lineamentos que, aparentemente, brindan esa garantía.

En términos llanos y simples, los partidos políticos deberán -en las elecciones del año entrante- postular fórmulas que, en teoría, den posibilidad igual a hombres y mujeres para llegar a los cargos de elección popular.

Las modificaciones, se hicieron, además, en el afán de que la paridad sea vertical y horizontal. Es decir, que los partidos políticos designen de manera indistinta, sin excluir, a varones y mujeres en todos los espacios, independientemente de su valía política o posibilidad de triunfo o derrota, si bien este último aspecto, raya más en un compromiso moral, que legal.

Es por ello que, más que nunca en la historia, el año entrante se verá en las boletas presencia femenina, género históricamente desplazado en las decisiones partidistas. Y aquí, el barajeo de nombres ya comenzó, cuando menos de cara a la elección federal, pues debe recordarse que también se renueva el Congreso local.

En el caso del Partido Acción Nacional es difícil adelantar vísperas, dado que la designación de candidatos dependerá de los acuerdos que establezca dicho organismo con PRD y Movimiento Ciudadano, tras el acuerdo de dichos organismos por ir juntos en la elección.

Sin embargo, y siendo claros, debe afirmarse que estos últimos dos partidos, no cuentan hoy con figuras femeninas que luzcan capaces de enfrentar una elección con posibilidad de triunfo, cuando la coyuntura (con gobiernos panistas en Estado y Municipio de Durango), les entrega altas posibilidades.

Por eso saltan a la vista, por encima del resto, tres nombres: Patricia Flores Elizondo, Claudia Hernández Espino y Gina Campizano).

Patricia, que en su haber tiene -además de la jefatura de la Oficina de la Presidencia entre 2008 y 2010- diversos cargos legislativos, entre los que destaca la Secretaría General de la Cámara de Diputados entre 2001 y 2004 (única mujer en la historia), parece tener resuelta cualquier duda que, en contra suya, haya respecto a su capacidad para legislar.

De hecho, si una mujer duranguense de Acción Nacional sabe de procedimientos legislativos en el plano federal, es precisamente ella.

Su punto en contra, quizá, es el todavía limitado conocimiento ciudadano de su nombre, dada que su mayor historial político lo ha desarrollado en el centro del país; eso, incluso, ha sido ya motivo de algunos cuestionamientos, por parte de adversarios internos y externos, que la clasifican como ajena a esta entidad.

No obstante, afirman los que saben, fue un activo importante en la administración de Felipe Calderón cuando de asignarle recursos a Durango se trató. Es, sin duda, seria aspirante tanto al Senado, como a la Cámara de Diputados. Eso sí, deberá ingeniárselas para que su nombre suene lo más posible por tierra y aire durante los próximos meses.

El segundo nombre es el de Claudia Hernández Espino, por mucho el activo político local del PAN que más merecería -por trayectoria- ser enlistada en una candidatura importante. Y eso considerando hombres y mujeres. Sin embargo, no son pocos quienes la ubican más en la búsqueda de la alcaldía capitalina, que en una diputación o senaduría.

Debe, además, superar el handicap en contra (no atribuible a ella, por cierto) que ha generado el distanciamiento político entre alcalde y Gobernador, que de no pocos es sabido, incidirá en las decisiones del Partido Acción Nacional.

Es, pues, poco probable que en la búsqueda de candidaturas, lleguen a "chocar" Patricia y ella, pues en la pretensión individual, parecen ubicadas en espacios distintos.

El tercer nombre es el de Gina Campuzano, quien ha tenido la habilidad política suficiente para mantenerse en la escena política por ya casi una década, entre Ayuntamiento y Congreso. Sin embargo, debe restaurar ciertos elementos que la alejaron del buen ánimo, entre quienes toman decisiones.

El incidente más cercano remite a la votación legislativa para designar Fiscal Anticorrupción, el 18 de julio pasado: no estuvo en las sesiones correspondientes por una aparente ausencia vacacional, que ella justificó afirmando que pasaba por problemas de salud.

Con la claridad de dichas circunstancias, generó desánimo hacia su figura. Y podría quedar fuera de los espacios importantes, si solo se considera ese elemento; pero debe tomarse en cuenta su cercanía con la alcaldesa gomezpalatina Leticia Herrera Ale, que si bien es priista, se ha hecho notar como una especie de aliada del Gobierno Estatal que encabeza José Rosas Aispuro Torres.

Las que encabezan las preferencias son, pues, Patricia Flores Elizondo y Claudia Hernández Espino. El problema será en el momento en que el PAN se de cuenta que no hay mucho más de dónde escoger, si es que la decisión nacional obliga en Durango a más candidaturas femeninas.

Pero por lo pronto, hay ya dos figuras listas, y capaces, para enfrentar la candidatura que les asignen.

NOTA: En entregas posteriores, se observarán detalles de esta temática, pero en los partidos restantes.

Twitter: @luizork

Escrito en: a simple vista que,, debe, Acción, Claudia

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