Editoriales

Independientes y la calidad de nuestra democracia

Vida pública

Independientes y la calidad de nuestra democracia

Independientes y la calidad de nuestra democracia

JESÚS MENA VÁZQUEZ

Aún en plena reconstrucción por el sismo, el calendario político continua y llegó el tiempo de las definiciones para los candidatos independientes a los diferentes puestos de elección popular, incluida la Presidencia de la República.

Los ciudadanos registrados ante el Instituto Nacional Electoral recorrerán el país durante los próximos meses para tratar de conseguir el número de firmas necesario para competir en la elección del próximo año.

La dinámica de la transición democrática en nuestro país nos ha llevado, en alrededor de tres décadas, a pasar de un régimen de partido dominante a gobiernos emanados de una pluralidad de partidos y más recientemente, candidatos y gobernantes que no provienen de partidos políticos.

Aun considerando las condiciones de inequidad en que participan los candidatos independientes, la posibilidad de que un ciudadano pueda participar en elecciones garantiza el ejercicio de los derechos políticos plasmados en nuestra Constitución.

Sin embargo, la posibilidad que ahora tenemos de elegir a un candidato independiente no necesariamente ha mejorado la calidad de nuestra democracia. En el contexto de la elección presidencial del próximo año, la fragmentación del voto es una posibilidad real.

La participación de al menos un par de aspirantes independientes con alto nivel de reconocimiento por parte de la población, sin la esperanza de triunfo, pero sí de alcanzar más de un millón de votos, sin duda tendrá efectos en el resultado final de la elección presidencial, y, a falta de una segunda vuelta, quien obtenga la victoria seguramente lo hará con un porcentaje de votos menor al de las contiendas anteriores.

Aún con mayor apertura a la competencia política y alternancia en los gobiernos, eso no garantiza que los ciudadanos se beneficien con mejores políticas públicas o tengan la seguridad de elevar su bienestar, ya que los incentivos para los que ejercen el poder siguen siendo los mismos, no importa si proviene de un partido político o se elige a un candidato independiente.

Ojalá y los distintos aspirantes a contener como ciudadanos sin partido a la Presidencia de la República tengan la altura de miras para unificar el voto independiente en torno a un solo candidato o candidata. El mensaje de quien esté mejor posicionado tendrá un impacto en la agenda mediática en esta elección, la posibilidad de que un candidato o candidata independiente sea elegido por mayoría de votos en este momento es casi imposible, dado la intención de voto que tienen en estos momentos los partidos políticos.

Un candidato o candidata independiente con un discurso articulado en torno a los problemas de la agenda pública que más le importan a los ciudadanos puede presionar a los candidatos de los partidos a tomar definiciones en cuanto a la forma de resolverlos.

El éxito de los independientes que ahora gobiernan en diversos municipios y el estado de Nuevo León tiene su origen en el descontento social con la élite política y la forma en que ejercen el poder; si ellos tampoco hacen cambios significativos en la forma de ejercerlo, el objetivo de elevar la calidad de nuestra democracia no se logrará.

Twitter: @jesusmenav

Escrito en: Vida pública candidato, candidatos, ciudadanos, nuestra

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Editoriales

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas