Puigdemont declara independencia pero la suspende

Tras una hora de retraso solicitada por él mismo, inició la sesión del Parlamento en la que compareció el presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, para evaluar la situación política y anunciar cómo se aplicarán los resultados del referéndum sobre la independencia de la región, realizado el pasado 1 de octubre.

Ese referéndum, cabe señalar, había sido suspendido por el Tribunal Constitucional y considerado ilegal por el Estado español.

Al inicio de su discurso, el presidente recordó la violencia con que se desarrolló el referéndum, pero destacó que ésta no pudo impedirlo, por lo que reconoció a quienes "hicieron posible este éxito político y logístico".

Aseguró que desde la muerte del dictador Franco, Cataluña ha contribuido a la democracia de España, sin embargo, "con el paso de los años nos dimos cuenta que el nuevo órgano que surgió", fue visto "no como un punto de partida, sino como uno de llegada", lo que llevó a que en 2005, siguiendo los principios marcados por la Constitución, una mayoría del Parlamento catalán envió una propuesta de independencia, y en 2006 un referéndum con participación del 47% del censo fijó esta postura.

Y lamentó la "humillación" de que pese a todo lo anterior, se le diera a Cataluña un texto completamente diferente a lo propuesto originalmente.

Dicho esto, justificó que los catalanes tuvieran el deseo de un Estado separado como "única manera para su supervivencia", lo cual, dijo, se ratificó con el referéndum del pasado 1 de octubre.

Dejando de lado el catalán, para usar el español, quiso referirse a toda la nación asegurando que "no somos delincuentes ni golpistas (...) no tenemos nada contra España o los españoles", reconoció que "la constitución es un marco democrático, pero es cierto también que la democracia puede ir más allá de lo constitucional".

Nuevamente en su idioma, indicó que Cataluña se ha ganado el derecho a la independencia, y afirmó que este "es el camino que estoy dispuesto a transitar".

Por tanto, y citando la ley que reguló la aplicación del referéndum del pasado 1 de octubre, declaró la independencia de esta región española tras el referéndum, aunque suspendió sus efectos para abrir un proceso de diálogo, por lo que pidió al Estado que los escuche a fondo.

"A los ciudadanos de Cataluña les pido que sigan expresándose como hasta ahora; a las fuerzas políticas, que contribuyan a rebajar la tensión"

Aseguró que el Gobierno de Cataluña está haciendo un "gesto de generosidad" y confió en que si cada quien cumple con sus funciones, "el conflicto se puede resolver, porque todos queremos un futuro digno para nuestros hijos e hijas".

Gobierno España lo ve inadmisible

El Gobierno español consideró hoy que es inadmisible "hacer una declaración implícita de independencia para luego dejarla en suspenso de manera explícita", en alusión al discurso del presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, en el Parlamento regional.

Fuentes del Gobierno aseguraron a Efe que no se puede aceptar dar validez a la ley catalana del referéndum, que está suspendida por el Tribunal Constitucional de España, y tampoco se puede dar como válido el supuesto recuento de un referéndum "fraudulento e ilegal" que se celebró el pasado 1 de octubre.

"Ni mucho menos" dar por sentado que los catalanes han dicho que quieren independencia, agregaron las fuentes, que insistieron en que no es admisible "hacer una declaración implícita de independencia para luego dejarla en suspenso de manera explícita".