Editoriales

El PRI no entiende la lección

ComuniK2

El PRI no entiende la lección

El PRI no entiende la lección

IVÁN SOTO HERNÁNDEZ

 A L ver que el PRI una vez más vuelve a ser noticia local por sus pleitos internos, uno se pregunta si la clase política que milita y se identifica con ese partido político ha aprendido algo de la lección que les dejó la derrota del año pasado.

Todo parece indicar que los priistas de Durango no entienden la lección. Cambian personas, circunstancias y tiempos, pero los errores son los mismos y parecen destinados a repetirse.

Hoy, Enrique Benítez Ojeda es el Presidente Estatal del PRI y Esteban Villegas Villarreal es un militante más, al menos sin cargo partidista o gubernamental. Sin embargo, a estas alturas, seguirse lamiendo las heridas de la derrota de junio del 2016, y lo peor hacerlo en público, resulta increíble.

Si se fijan, quizá se mueven los roles de los protagonistas, pero las noticias que brotan desde el tricolor son de puro desgaste desde hace meses, más de 16 meses para ser exactos, cuando se percataron que por primera vez quedaban fuera del poder gubernamental.

Aunque, para ser sinceros no todos tuvieron ese desenlace, ni lo pensaron así el año pasado, pues ya se vio que a muchos priistas les fue mejor con el triunfo de José Aispuro Torres y/o José Ramón Enríquez, el primero a la gubernatura y el segundo a la alcaldía de Durango.

Bueno, ese es otro tema. El hecho es que el priismo ahora discute acerca de si cometió errores el candidato a la gubernatura o si la culpa de la derrota fue del coordinador de su campaña, Benítez Ojeda.

El hecho es que se andan lanzando lodo frente a todos, y es obvio que a su partido no es eso lo que le conviene. Antes Ni a ellos les conviene, porque hoy el más necesitado de que sea real el discurso de un partido unido es Luis Enrique Benítez Ojeda, en su calidad de Presidente del Comité Estatal, y durante toda la primera mitad del año pasado el necesitado de que fuera real ese discurso era Esteban Villegas Villarreal.

Son circunstancias y coincidencias. Ni a Benítez le conviene seguir abriendo heridas en esta etapa de su vida, ni le beneficia mantenerse vigente en los medios más por peleas internas y temas de riesgo que por su trabajo político.

Como tampoco le conviene a Esteban a asomar el rostro para seguir el debate de una derrota que ya para estas fechas debería estar asimilada, aceptada y lo suficientemente analizada como para aprender de las lecciones que dejó ese fracaso.

Después de ver todas las consecuencias políticas que ha generado la pérdida de la gubernatura, la alcaldía y las diputaciones de la capital, hay que saber que no es lógico seguir apostándole a la división si lo que desean es que su partido recupere terreno luego del descalabro de 2016.

La ciudadanía desde su casa solo observa a todos los partidos desprestigiándose más y más, en estas etapas entre sí, con pleitos internos entre los militantes por la ambición próxima de espacios, y en los meses de campaña veremos una guerra de guerrillas de todos contra todos en la lucha por el poder.

La gente está harta de los partidos y sabe que, sin embargo, seguimos secuestrados por ellos pues son los que toman las decisiones legislativas necesarias para sostenerse desde y para vivir en el sistema.

Hay que ver si en el PRI deciden evidenciar que no han entendido la lección que la ciudadanía les aplicó con su voto mayoritario por un cambio radical en las esferas del poder.

Envíame tus comentarios a [email protected].

Escrito en: partido, todos, derrota, Benítez

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Editoriales

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas