Desde el anuncio de su reestructuración en noviembre del año pasado, cuando además dejó atrás el nombre de Dirección Estatal de Investigación, no ha pasado una sola semana sin que la hoy Policía Investigadora de Delitos (PID) genere una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) por presuntos abusos.
A partir de aquella fecha, comenzaron a acumularse denuncias que hoy suman 112, que es la cantidad más alta para cualquier ente de carácter local. Son más de 10 casos por mes y al menos dos cada semana.
Esto pese a que uno de los ofrecimientos oficiales expuestos el 25 de noviembre, fue la una corporación que centrara su actuar en el respeto a las garantías individuales.
La transformación, pues, no ha sacado a la Policía Investigadora de Delitos del primer lugar entre las instituciones que más investigaciones de la CEDH generan.
No osbtante, justifica la Vicefiscal General del Estado, Ruth Medina Alemán, dichas denuncias solo se han traducido en seis recomendaciones, mismas que están en proceso de atención.
A dichos señalamientos se sumó esta semana una queja por abuso policial en contra del periodista Luis Pineda, que durante una cobertura en la que transmitió desde la zona de un operativo de la PID, fue despojado momentáneamente de su teléfono celular. También le profirieron insultos y le retiraron la identificación del medio impreso para el que trabaja.
Medina Alemán, en rueda de prensa, reconoció ayer que hubo un exceso por parte de tres agentes, que fueron concentrados en la Fiscalía de manera temporal, en lo que una investigación más profunda permite determinar sanciones.
Estas, dijo, podrían ir tanto por la vía penal como por la vía administrativa, aunque reconoció que el resultado podría llevar alrededor de tres meses.