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El dilema de la reelección y el chapulineo

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El dilema de la reelección y el chapulineo

El dilema de la reelección y el chapulineo

OMAR ORTEGA SORIA

En estos días, nuestra clase política tendrá que tomar una decisión muy importante, que desafortudamente se basará más en sus proyecciones y aspiraciones personales, que en su capacidad y deseo de ayudar a la ciudadanía: reelegirse o buscar otro puesto de elección popular.

Una vez que los diferentes partidos políticos aprueben sus mecanismos de selección de candidatos, que emitan las convocatorias respectivas, y que para mediados de diciembre se efectúen los registros para las precampañas, los políticos ya tendrán que tener lista su estrategia. Es un hecho que nuestros actuales Diputados Federales y Senadores no se pueden reelegir, por lo que si deciden seguir aspirando a un puesto público, tendrían que estar solicitando licencia, lo que muy seguramente ocurrirá después de la aprobación del Presupuesto Federal pasando el 15 de noviembre.

En el caso de los Diputados locales, ellos si podrán decidir: podrán buscar una reelección, utilizando el argumento de que desean consolidar los proyectos legislativos que presentaron en poco más de año de trabajo, y que han conectado con sus representados, o por el otro lado, podrán argumentar que buscarán un cargo político de mayor relevancia, ya que han entregado muy buenos resultados y que los ciudadanos les piden que contiendan.

En el caso específico de Durango, el próximo 1 de julio, únicamente habrá 4 boletas, para Presidente de la Republica, para Diputado Federal, para Senador y para Diputado Local, y será hasta 2019 cuando se renovarán las 39 Presidencias Municipales, que por cierto, los actuales Presidentes, podrían contender por un nuevo periodo.

Si algo ha quedado muy en claro, es que a la ciudadanía no le gusta que los políticos utilicen sus cargos como trampolín, sobre todo, si son Presidentes Municipales con menos de la mitad del ejercicio para el cual fueron electos. Aunque, es completamente legal que estos puedan participar, su gran reto será posicionar entre la ciudadanía que su breve ejercicio en el cargo ha sido suficiente para entregar muy buenas cuentas a los ciudadanos, y que más allá de buscar otro puesto por el solo hecho de obtener el poder, buscan un nuevo espacio para servir.

Por lo anterior, de entrada los Presidentes Municipales tendrían complicado su escenario en caso de chapulinear a cualquiera de los espacios legislativos; caso contrario al que enfrentan los actuales Diputados Federales y Senadores, que ya que tienen un amplio camino recorrido y ya han dado resultados, sean malos o buenos; por lo que para ellos, y si lo saben comunicar bien, será más fácil defender ante la ciudadanía un enroque entre las Cámaras federales o incluso ocupar una Diputación Local.

Cuando hace 3 años de discutía a nivel federal la reelección como un mecanismo de rendición de cuentas, como una forma de que los políticos se profesionalizaran y respondieran a las directamente a la ciudadanía, se posicionaba como una buena idea, sin embargo, en el caso específico de Durango y sus Diputados Locales, no se ve tan probable que utilicen este nuevo instrumento político.

Respecto al chapulineo, es también un hecho que no se puede limitar legalmente, por lo que su utilización tendrá que ser avalada o rechazada directamente por el voto ciudadano, y que los políticos que desean utilizarlo tendrán que ser muy honestos consigo mismos, por ejemplo al responder si han podido hacer un buen trabajo, si lo han podido reflejar y si lo hacer por servir o para servirse. La ciudadanía ya no es tan fácil de engañar ni de manipular.

Twitter: @omarortegasoria

Escrito en: Pulso Legislativo políticos, caso, Diputados, ciudadanía

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