Violento cierre del 2017

Los accidentes viales y al seno del hogar regularmente se incrementan en el mes de diciembre, cuando existe un alto consumo de bebidas embriagantes además de una presión social de conseguir regalos y asistir al mayor número de reuniones. En estas fechas los niños tienen mucho tiempo libre en casa con la oportunidad de hacer toda clase de travesuras sin la supervisión de los atareados adultos.

Durante los últimos días, las malas noticias han abundado. Apenas ayer se informaba de un aparatoso percance vehicular ocurrido en la salida a la carretera a México donde una mujer falleció y su hija tuvo serias lesiones.

Además, pese a las advertencias de año con año, cientos de menores de edad juegan con artefactos explosivos. Se ha dado a conocer que tanto en el municipio de Durango como en otras partes del estado, algunos de ellos han resultado lastimados cuando el "barreno" o la "paloma" que encendieron les explotó en la mano o cerca de la cara. Es una verdadera pena que los padres de familia no tengan la conciencia del riesgo que implica comprarle dichos objetos a sus hijos. Son cómplices de una actividad ilegal y su negligencia, por desgracia, la pagan los niños y niñas bajo su tutela.

Existen otros hechos que encienden "los focos rojos" y la autoridad ya no puede, no debe, presumir que Durango es una ciudad tranquila y segura.

La población ya no soporta este discurso trillado mientras aumentan los robos, cuando abundan automovilistas que chocan a su antojo a otros terceros y huyen con total impunidad, pues saben que son pocas las probabilidades de que reciban una sanción por su conducta. Nadie (o casi nadie) cree que la ciudad es segura cuando abandonan el cadáver de un hombre a escasos metros del despacho del Gobernador del Estado de Durango.

Ayer también se dio a conocer que un varón fue encontrado amarrado en un poste, desnudo y lesionado, al parecer por golpes con una tabla. En las fotos que circularon por todas las redes sociales se le acusó de ser ladrón y se lanzó la advertencia que eso les sucedería a los demás delincuentes. Esto significa el enorme riesgo de que ante la incapacidad de las autoridades, la población quiera hacer justicia de propia mano, lo que da paso a la anarquía.

Estamos a pocos días de concluir el 2017 y parece que el cierre será desalentador en materia de seguridad pública, entre otros muchos temas. Los políticos por el momento están más preocupados por su futuro en el próximo año, así que no hay que esperar mucho de ellos, sin embargo, tal vez, entiendan que si hacen bien su trabajo y le dan seguridad real a la población, es probable que cuenten con más apoyo en las urnas.

PUNTO Y APARTE.- Aunque el panorama se observa un tanto desolador para el próximo año, será la población organizada la que saque a flote a México, así que es nuestro deber perseverar en las causas comunes.

Le deseo que el 2018 sea de bienestar para usted y los suyos, para nuestro estado y nuestro país. Mantengamos la fe.

Por cierto, hoy tenga cuidado con las bromas por aquello de los Santos Inocentes.

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