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1896: Da su primer respiro David Alfaro Siqueiros, muralista mexicano reconocido internacionalmente

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1896: Da su primer respiro David Alfaro Siqueiros, muralista mexicano reconocido internacionalmente

1896: Da su primer respiro David Alfaro Siqueiros, muralista mexicano reconocido internacionalmente

AGENCIAS

José de Jesús Alfaro Siqueiros, mejor conocido como David Alfaro Siqueiros, nació el 29 de diciembre de 1896, aunque algunas fuentes mencionan a Chihuahua como lugar de su nacimiento, otras apuntan a la ciudad de México.

Creció en el seno de una familia de intelectuales. Su padre, Cipriano Alfaro, era abogado y su madre se llamaba Teresa Siqueiros.

Desde niño, demostró ser un hombre rebelde e independiente y según el portal www.arteygalerias.com, sus abuelos, quienes vivían en Guanajuato, influyeron en su memoria más temprana.

Tras la muerte de sus abuelos, David ingresó a la Escuela Nacional Preparatoria para asistir a los cursos diurnos, sumado a ello estudiaba arte en las noches dentro de la Academia de San Carlos de Bellas Artes, lugar donde desarrolló sus dotes creativas y revolucionarias.

De hecho, cuando contaba con tan solo 15 años fue expulsado por participar en una huelga estudiantil que denunciaba el método inapropiado en la enseñanza del arte. De esta forma, Siqueiros vivió entre el arte y la política, lo cual complicó sus estudios.

En 1914, decidió alistarse en el ejército constitucionalista para luchar a favor de la revolución, con lo cual descubrió a las masas trabajadoras, los obreros, campesinos, artesanos e indígenas, pero sobre todo tuvo acceso a la enorme tradición cultural de México, de acuerdo al sitio de internet biografiasyvidas.com.

Siqueiros partió en 1919 hacia Europa, con un pensamiento artístico que se cristalizó gracias al manifiesto que se publicó en Barcelona en Vida Americana, que coincidió con sus primeros encargos de José Vasconcelos.

Posteriormente, se afilió al Partido Comunista de México y fue uno de los fundadores del sindicato de artistas, así como del periódico El Machete. Estos años se caracterizaron por un creciente descontento político y esas acciones provocaron que dejara de recibir encargos a partir de 1924.

Para 1925, el pintor se encontraba dedicado exclusivamente a las actividades políticas, aunque retomó su trayectoria artística en los años 30, sin abandonar la militancia ideológica, incluso estuvo encarcelado por haber participado en la manifestación del 1 de mayo.

Más tarde, vivió exiliado en Taxco y a partir de 1936 continuó con su lucha, esta vez en la guerra civil española junto al ejército republicano. También creó un taller experimental en Nueva York en su anhelo por conjuntar las técnicas pictóricas y la contemporaneidad tecnológica.

Realizó el mural Retrato de la burguesía en la sede del Sindicato Mexicano de Electricistas y de 1940 a 1944, estuvo desterrado en Chile por ser cómplice del atentado de León Trotsky. En 1960, fue encarcelado por promover la "disolución social".

Al ser liberado, tenía en mente llevar a cabo la que sería su última obra Marcha de la humanidad en América Latina hacia el cosmos. Siqueiros creía en la unión del socialismo revolucionario y la modernidad tecnológica, donde el arte sería esencial por su naturaleza revolucionaria.

Para él, las imágenes tenían un equivalente estético y tecnológico que entraban en consonancia con los contenidos y este camino guió su vida artística presidida por la voluntad de crear una pintura mural experimental e innovadora.

Siqueiros compuso sus obras por medio de una "arquitectura dinámica" basada en una perspectiva poliangular, por lo que debía estudiar cuidadosamente los posibles recorridos de los futuros espectadores en los lugares que albergarían sus murales para definir los puntos focales.

De hecho, utilizó una cámara de cine para poder reproducir la visión de un espectador en movimiento y así ajustaba sus composiciones a través de una mirada dinámica. Sus últimos años los dedicó en su proyecto cumbre: el Polyforum Cultural Siqueiros.

Finalmente, logró conjuntar todas las artes que anheló a lo largo de su vida en un edificio que posee 12 lados cubiertos por murales, cada uno con un tema distinto, en el techo pintó Marcha de la humanidad en América Latina hacia el cosmos sobre una estructura móvil.

Algunos días previos a su muerte, Siqueiros donó su casa ubicada en Polanco al pueblo de México. Falleció en Cuernavaca, Morelos, el 6 de enero de 1974 y fue inhumado en la Rotonda de las Personas Ilustres.

Escrito en: pintores mexicanos hacia, Alfaro, Siqueiros,, David

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