Campañas adelantadas

Andrés Manuel López Obrador, Ricardo Anaya y José Antonio Meade nos bombardean con sus propuestas políticas, que quizá sean bienvenidas en una contienda electoral en la que nos interesa conocer lo que representan los candidatos, pero no deja de ser triste que esta campaña adelantada la estemos viendo por una violación abierta de la ley.

Nos dicen que todavía no empiezan la contienda por la presidencia. Los legisladores en su infinita sabiduría determinaron que las campañas electorales del 2018 debían restringirse al período del 30 de marzo al 27 de junio. Una de las razones era evitar que alguien pudiera tomar ventaja empezando la actividad proselitista antes que los demás. La otra, evitarle a la gente una saturación con campañas excesivamente largas y costosas.

¡Qué bueno que tenemos legisladores que de esta manera se preocupan por decretar leyes para proteger a los ciudadanos y mantener la equidad de los procesos democráticos! El único problema es que nadie hace caso a las reglas.

Cualquier pretexto es bueno para violar la letra y el espíritu de la ley. Andrés Manuel López Obrador hizo campaña durante años aprovechando los tiempos de radio y televisión de su partido, Morena. Como nadie hizo nada por sancionarlo, Ricardo Anaya del PAN recurrió al mismo procedimiento para construir su candidatura.

Los legisladores reconocieron que, además del tiempo de campaña, se necesitaba un período de precampaña para que los partidos pudieran escoger a sus candidatos en procesos internos. Este período habría de extenderse del 14 de diciembre de 2017 al 11 de febrero de 2018. Pero, ¡sorpresa!, una vez más nuestros políticos se fueron por otro camino. ¿Procesos democráticos internos? Dejarían de ser políticos mexicanos. Todos los partidos y las coaliciones escogieron a sus candidatos por dedazo. Nuestros políticos dicen que defienden la democracia, pero ninguno la acepta en sus formaciones.

Lo que estamos viendo en las precampañas es una anticipación artificial de lo que se viene. Andrés Manuel López Obrador, Ricardo Anaya y José Antonio Meade nos bombardean con sus propuestas políticas, que quizá sean bienvenidas en una contienda electoral en la que nos interesa conocer lo que representan los candidatos, pero no deja de ser triste que esta campaña adelantada la estemos viendo por una violación abierta de la ley que nadie se atreve a detener.

Estos abusos son producto de las malas leyes. Si realmente quisiéramos limitar las campañas a tres meses, como se pretendió, así se debió hacer. Pero no se puede decretar que las campañas duren solo tres meses, al tiempo que se permite a los candidatos adelantar las actividades proselitistas y prolongarlas durante años.

Contacto: @SergioSarmiento