Tengo en la sala de mi casa una chimenea que cuando la enciendo podría hacer tórrida a Noruega. (La hipérbole es de Góngora).
Tengo un brandy mexicano -de Parras de la Fuente, en mi natal Coahuila- que puede rivalizar con cualquier coñac francés, y superarlo. (La hipérbole es mía).
Tengo un edredón de plumas que sólo cede a una mujer en eso de dar calor a una cama.
Tengo un abrigo de lana virgen que a pesar de serlo es muy caliente.
Tengo ahora ante mí una humeante taza de chocolate oaxaqueño que a cada trago que le doy parece que le he dado un trago al Sol.
Tengo también conocimiento de que algunos indigentes han muerto de frío en este invierno.
Tengo vergüenza.
¡Hasta mañana!...