"La evaluación es la mejor estrategia, para tomar de decisiones"
El nombre del presente artículo editorial, proviene de un texto que el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), comparte en su más reciente edición y en el que nos presenta el complicado panorama que enfrenta el bachillerato en México.
Con casi 5 millones de estudiantes, la Educación Media Superior (EMS) en el País, es uno de los subsistemas más importantes en nuestro país, pero es el más olvidado, con menos recursos y menor atención por parte de la SEP; sin embargo, su estudio a profundidad es un tema relativamente reciente y un campo con mucho, pero mucho por hacer.
Si seguimos una línea del tiempo para la EMS, podemos establecer que en 2008, se inicia la Reforma Integral de la Educación Media Superior (RIEMS). Posteriormente en 2012 se decreta el bachillerato obligatorio. En 2013, se le da rango constitucional a la reforma educativa. Es en 2014 cuando se desarrollan los foros de consulta para la definición de un nuevo modelo educativo para el bachillerato. En 2016 se da a conocer el borrador-propuesta del nuevo modelo educativo y en el mismo año, se realiza una consulta nacional. Es hasta 2017 que la SEP presenta el nuevo modelo definitivo y será en agosto de 2018 que se dé su implementación, además de la implementación del nuevo currículo para el bachillerato en México.
Existe otro mandato, también constitucional, que es el relativo a lograr la cobertura universal para el ciclo escolar 2021-2022 y para alcanzarlo implicará aumentar la matrícula en más de 400 mil alumnos al año, lo cual representa uno de los mayores retos del Sistema Educativo Nacional.
Entre las principales dificultades de la EMS en México, se encuentra la deserción escolar (Ahora llamada abandono escolar), ya que se calcula que en promedio alcanza hasta un 12% (Aunque hay entidades en donde llega al 19 %), cifra por demás alarmante; es de todos conocido que cuando un bachiller abandona, no lo hace para irse a otra escuela, sino para dejar sus estudios, convertirse en "Nini" (Ni estudia, ni trabaja) y en el peor de los casos, engrosar las filas de la delincuencia.
Otro de los problemas del bachillerato en el País es el desconocimiento del logro educativo de sus estudiantes, ya que no existe forma de medirlo, a excepción de la prueba que aplica el Plan Nacional de Evaluación de los Aprendizajes (PLANEA), que solo se aplica a una muestra del 6° semestre y es que identificarlo, en todo el trayecto escolar, permitiría detectar en qué áreas se deben implementar acciones remediales para mejorar el sistema en su conjunto.
A pesar de ello, el INEE ha desarrollado y aplicado evaluaciones para recabar información con miras de hacer un diagnóstico preciso y emitir algunas recomendaciones específicas para atender, sobre todo el rezago escolar detectado, por ejemplo: el uso efectivo de los resultados del PLANEA, ya que como sabemos, a partir de 2017 se diseñaron las pruebas para EMS, las cuales habían sido aplicadas a una muestra de estudiantes que cursaban el último grado escolar de este nivel educativo.
PLANEA (EMS) evalúa dos campos disciplinares: Lenguaje y Comunicación, que explora aprendizajes clave relacionados con procesos cognitivos para la selección, la comprensión y la interpretación de textos con diferentes características y propósitos. En Matemáticas explora el dominio para interpretar, comprender, analizar, evaluar y dar solución a diferentes problemas. Desgraciadamente los resultados obtenidos últimamente nos arrojan pésimos desempeños de los alumnos del último grado de bachillerato.
Respecto a la permanencia escolar, existe un estudio muy importante e interesante llamado: "Directrices para mejorar la permanencia escolar de los jóvenes en la educación media superior, pautas para su construcción" elaborado por un equipo interdisciplinario encabezado por el Dr. Francisco Miranda López del propio INEE y que consiste en generar y difundir información, además de emitir directrices que sean relevantes para contribuir a las decisiones tendientes a mejorar la calidad de la educación y su equidad, como factor esencial en la búsqueda de la igualdad social.
Si bien las autoridades educativas han llevado a cabo esfuerzos importantes para abatir el abandono escolar y paulatinamente se avanza en la disminución de las tasas anuales de deserción, el número absoluto de estudiantes que abandona la escuela sigue siendo importante, pues alcanzan una cifra de entre 600 mil y 700 mil estudiantes al año.
Las causas económicas y aquellas relacionadas con el proceso de enseñanza- aprendizaje (PEA), como son la reprobación, el poco agrado por estudiar y la escasa comprensión de las materias, entre otras, son señaladas como los principales móviles del abandono escolar. Por ello, aunque debe reconocerse el relevante papel de las becas otorgadas a estudiantes vulnerables por su ingreso, también debe subrayarse que éstas no han sido complementadas con dispositivos pedagógicos que atiendan los desfases académicos con los que ingresan los jóvenes a la EMS y muchos de los cuales se arrastran desde la educación básica.
Como podemos darnos cuenta, son muchos y muy variados los problemas que enfrenta el bachillerato en nuestro País, por lo que seguirá estando bajo la lupa.
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