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ARMANDO FUENTES AGUIRRE

Hay en el cementerio de Ábrego una tumba. Quienes saben oír lo que las tumbas dicen oyen esto:

"Fui el mayor propietario de tierra en la comarca. A la que heredé de mis mayores añadí las extensiones que yo mismo adquirí. No ambicionaba toda la tierra: anhelaba tener únicamente la que colindaba con la mía. Así me hice dueño de tanta tierra que ni siquiera yo sabía hasta dónde llegaba mi tierra.

"Ahora tengo nada más la que me cubre. Ahora no tengo otra tierra que aquella que yo mismo soy. Ahora entiendo que debí haber buscado lo que jamás busqué: vivir con plenitud la vida; gozar los goces del amor; ser feliz y dar felicidad a los demás.

"Ya es demasiado tarde. Miro la luz desde la sombra y quisiera comenzar de nuevo. Es imposible. Busqué la tierra, y lo único que tengo es tierra. No guardo recuerdos ni dejé recuerdos. Estoy verdaderamente muerto".

Eso dice la tumba del cementerio de Ábrego. Los que saben oír, oigan.

¡Hasta mañana!...

Escrito en: Mirador tierra, tengo, Ahora, mismo

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