El primer día de la creación el Señor hizo a Mozart. Después de hacerlo meditó y se dijo:
-Es demasiado pronto para poner en el mundo la belleza que Mozart le dará.
Y en su lugar creó las mañanas de sol.
Y las flores.
Y las aves.
Y el arco iris.
Y los niños y niñas.
Y los amaneceres.
¡Qué afortunados somos los que vivimos hoy!
Tenemos todo eso.
Y tenemos también a Mozart.
¡Hasta mañana!...