Tradición y fervor

A pesar de que la defensa de Jesús de Nazaret intentó aportar pruebas para demostrar su inocencia, las autoridades romanas decidieron, una vez más, crucificarlo en el Cerro de la Estrella. Las distintas audiencias se llevaron a cabo en la Macroplaza del Jardín Cuitláhuac, ante la presencia de cientos de personas.

Este Viernes Santo en la delegación Iztapalapa se llevó a cabo la representación 175 de la Pasión y Muerte de Jesús, en la que participan vecinos de los ocho barrios originales.

Las actividades iniciaron a las 8:00 horas, cuando cientos de nazarenos comenzaron a cargar su cruz rumbo hacia la Macroplaza del Jardín Cuitláhuac. Niños de brazos hasta personas de la tercera edad vestidos con túnicas moradas, cada quien para solicitar un favor o pagar una manda, realizaron un recorrido en los ocho tradicionales barrios de la demarcación para detenerse momentáneamente en la Iglesia de la Cuevita.

Al filo del mediodía comenzó la representación de los pasajes bíblicos con el Segundo Concilio, el sueño de Claudia, la presentación de Jesús ante Anás, Caifás y Pilatos, los azotes al hijo de Dios, y su posterior sentencia y crucifixión en el Cerro de la Estrella.

La gente estuvo al pendiente de cada uno de los episodios, pero al ver que golpeaban al actor que representaba a Jesús, algunos, principalmente niños y personas de la tercera edad, sufrían e incluso lloraban al ver sangrar al joven interpretado por Iván Pedro Estrella Mosco.

Miles de personas caminaron a lado de Jesús, la mayoría cargando una cruz de madera, como José Mendoza, de 25 años y quien acudió para pagar una manda que le cumplió por haber sanado a su bebé.

"He venido desde niño, mis papás me traían, algunas veces a cumplir sus mandas. Ahora me tocó a mí pagar la mía, y gracias a Dios todo ha salido bien. Esto no duele; sí es pesado, pero se hace de todo corazón", dijo el hombre, quien tenía lesiones en sus pies y manos.