Unidad, palabra clave
Nunca como ahora la palabra unidad tuvo tanta relevancia de cara al futuro inmediato de nuestra nación.
Ante el inminente cambio de estructura gubernamental de 6 entidades de la República, las calenturas políticas comienzan a subir de tono y el ambiente no ha quedado exento de oscuras manifestaciones contrarias al objetivo de concretar el cambio y la transformación tan anhelada en nuestro país.
Las fuerzas políticas convocan de manera urgente entre sus huestes a curar cualquier cicatriz que dejan los procesos de selección de sus candidatos y sin embargo, hay quienes hacen oídos sordos y arengan con desesperados llamados porriles a enturbiar las definiciones que habrán de darse en los próximos meses. No entienden que lo que está en juego es el futuro de miles de personas, queriendo anteponer los intereses individuales propios.
Lo que este país necesita en este momento es unidad. Unidad en la definición de hacia dónde se deben enfocar las energías, pero también aplicar esa unidad en cuanto a la organización y disciplina que se deben de tener no solo para conseguir un triunfo electoral, sino para concretar un cambio democrático consolidado.
Sin hacer animo de hacer un revisionismo concienzudo de los diferentes acontecimientos históricos que han marcado el devenir de nuestro pueblo, podemos decir que solamente con unidad se han logrado conquistar los mayores anhelos.
Con unidad, un puñado de indígenas, campesinos y mestizos que se sentían poco representados ante los designios de la corona española, lograron poner en marcha y consolidar un movimiento independentista que le dio a México su libertad después de 300 años de permanecer bajo el dominio de una nación europea
Con unidad y con el respaldo de muchos mexicanos, el presidente Juárez logró hacer que su República itinerante cobrara fuerza y convenciera a un país vapuleado para construir y consolidar instituciones que prevalecen hasta nuestros días.
De la misma forma a inicios del siglo pasado, con unidad los campesinos se levantaron en contra de los hacendados y con unidad y la aportación de todos los mexicanos incluyendo los niños, el Presidente Cárdenas logró en 1938 la conquista del petróleo para todos los mexicanos.
Para nadie es ajena la historia de niños, mujeres, hombres, ancianos y personas de todos los estratos sociales que se arremolinaban en filas para aportar una moneda, las joyas de la familia e incluso hasta gallinas, con tal de que aquel tesoro perteneciente a la patria regresará nuevamente a sus manos
Es por eso que creo firmemente que la unidad es la palabra clave en este momento.
Hablando de la consolidación de la transformación que ha emprendido el país, es muy necesario que todos aquellos que estamos inmersos en la organización y en la realización de este movimiento político, tomemos esta palabra no como una mera conjunción de letras, sino como un verdadero apostolado que pretende que el bienestar común este por encima de nuestro propios intereses.
2022 nos está planteando distintos retos a quienes queremos un cambio, no permitamos que la falta de unidad nos haga repetir los errores del pasado.
