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Miles de peregrinos, entre una cifra estimada de 4 millones
que abarrotan Roma, esperaron animadamente en el fresco aire de
la mañana tras toda una noche de vigilia para estar entre los
últimos que verán el cuerpo del Papa, expuesto en la capilla
ardiente instalada en la basílica de San Pedro.

Miles de peregrinos, entre una cifra estimada de 4 millones que abarrotan Roma, esperaron animadamente en el fresco aire de la mañana tras toda una noche de vigilia para estar entre los últimos que verán el cuerpo del Papa, expuesto en la capilla ardiente instalada en la basílica de San Pedro.

Miles de peregrinos, entre una cifra estimada de 4 millones
que abarrotan Roma, esperaron animadamente en el fresco aire de
la mañana tras toda una noche de vigilia para estar entre los
últimos que verán el cuerpo del Papa, expuesto en la capilla
ardiente instalada en la basílica de San Pedro.Roma, Italia.- La mítica ciudad de Roma, la capital italiana, daba hoy los últimos detalles para celebrar mañana viernes, uno de los actos masivos más imponentes de su historia reciente: el funeral del Papa Juan Pablo II. Notimex, EFE. 7 de Abril de 2005.

publicada el 07 de abril de 2005

Galería completa: Miles de fieles dan el último adios al Papa

46 de 85 » Miles de peregrinos, entre una cifra estimada de 4 millones que abarrotan Roma, esperaron animadamente en el fresco aire de la mañana tras toda una noche de vigilia para estar entre los últimos que verán el cuerpo del Papa, expuesto en la capilla ardiente instalada en la basílica de San Pedro.

Miles de fieles dan el último adios al Papa

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Miles de peregrinos, entre una cifra estimada de 4 millones
que abarrotan Roma, esperaron animadamente en el fresco aire de
la mañana tras toda una noche de vigilia para estar entre los
últimos que verán el cuerpo del Papa, expuesto en la capilla
ardiente instalada en la basílica de San Pedro. Miles de peregrinos, entre una cifra estimada de 4 millones
que abarrotan Roma, esperaron animadamente en el fresco aire de
la mañana tras toda una noche de vigilia para estar entre los
últimos que verán el cuerpo del Papa, expuesto en la capilla
ardiente instalada en la basílica de San Pedro.