Que Celso Piña pusiera a bailar a toda la Velaria no es ninguna sorpresa. Es la consecuencia inevitable que provoca con el sonido de su acordeón y lo familiar de su sonrisa.El regiomontano regresó a Durango para presentarse en la Fenadu, con el ritmo, la entrega y la sencillez que lo caracteriza: “la gente que no venga feliz a Durango mejor que no venga”, dijo ante su público.
Autor: El Siglo de Durango, publicada el 23 de julio de 2016