Y es que decisiones como la de crear en la capital el mayor alacranario del mundo y la iniciativa de restauranteros para incluirlo como variedad culinaria, le permitieron de nuevo posicionarse.
Aunque durante algunos años la figura del alacrán se estancó en su éxito como carta de presentación local, en los últimos años ha recobrado su valía turística.
Autor: LEÓN CARMELO ALVARADO , publicada el 17 de agosto de 2016