Barbie girl
Jugar con Barbie me animó a crear mi propio pequeño mundo de fantasía, fomento mi imaginación y mi creatividad. El simple acto de jugar sembró en mí la semilla de creer que podía ayudar a cambiar el mundo.
Ahora entiendo que, el juego es cosa seria en lo que respecta a la salud y el desarrollo, enriquece el cerebro, el cuerpo y la vida del niño de maneras muy importantes. Lo debo de admitir: mis Barbies me dieron mucha felicidad, yo jugué con ellas hasta casi la secundaria y tuve muchas, pasaba horas y horas en su mundo color de rosa, en la nube rosada de Barbie, en la que todo es felicidad y alegría.
Podía imaginar que era una doctora que en su consultorio atendía pacientes enfermos, les revisaba la garganta, las orejas, la nariz, la temperatura y la respiración, a veces Barbie cirujana tenía que operar a otra muñeca para salvarle la vida o arregle el brazo o el tobillo fracturado. A mi Barbie le gustaba organizar desfiles de modas para exhibir toda su ropa y pijamadas en casa con sus amigas, donde se ponían a bailar y a mirar películas divertidas. Era tan ingeniosa que podía crear una playa para Barbie, imaginaba que iba de vacaciones, solo tenía que colocar arena, una toalla debajo de una sombrilla, le ponía su traje de baño para que pudiera disfrutar del sol y una tina pequeña con agua se convertía en un "océano".
A veces la enviaba a la peluquería para arreglarse el cabello, lo cual frecuentemente se convertía en un verdadero desastre, pues su pelo quedaba convertido en un horrendo estropajo. Barbie también era maestra y enseñaba matemáticas, ciencias o idiomas extranjeros o podía convertirse en la estrella de su película romántica en la que se enamoraba de Ken, su único y verdadero amor.
Ella también podía subirse en avión, autobús, barco, bicicleta o tren, viajar a un país diferente Francia, Grecia o Japón, probar su comida e ir de compras, escuchar música o disfrutar de un festival. Un día podía ser princesa, astronauta, bailarina de ballet, jugadora de tenis o toda una celebridad.
Proyectaba sus propias ideas de vida siendo más grande... Barbie tiene un mensaje de empoderamiento, podemos ser cualquier cosa, podemos ser ¡todo!, ¡todas somos Barbie!, ¡las mujeres podemos serlo todo!: profesionistas, mamás, deportistas, viajeras o científicas, solo necesitamos emplear nuestro ingenio, nuestro corazón y nuestras manos, tú ya eres suficiente como eres y ya lo estás haciendo genial. Creo en el poder de niñas y mujeres, todas podemos desafiar posibilidades, imaginar y explorar diferentes caminos e inspirarnos las unas a las otras. Debemos creer en nuestra capacidad de lograr cualquier cosa, aunque suene a frase prototípica, la belleza está en el interior, esta afirmación la hace cualquiera que haya mirado más allá de la piel de una persona.
Las cualidades que hacen a una gran mujer no se logran con el bisturí, no hay procedimiento de belleza que supere la hermosura que irradias cuando eres bondadosa, compasiva, amorosa, cuando luchas por tus sueños. ¿Qué es lo que te gusta de ti? Tus ojos, tu pelo, tu bondad, tu incondicionalidad... Seguro que se te ocurren cientos de cosas en las que, precisamente, tu alma y tu interior son los protagonistas, el valor de una persona no debe ser medido por su aspecto externo, sino por su carácter, sus habilidades, sus logros y sus cualidades internas. Piensa en todo eso y retenlo bien, no lo dejes escapar, todo el mundo tiene talentos. Cuando eres consciente de quien eres y cuáles son tus talentos puedes decidir donde se encuentran tus reales objetivos. Nada derrumba a una mujer educada que sabe lo que quiere lo que merece y lo que necesita.
El éxito no implica necesariamente tener un gran coeficiente, una gran posición, belleza o ser rico, tiene que ver con integridad interna, con sentirse bien con uno mismo.
Ya somos perfectas, cada una tenemos nuestras propias características que nos definen y nos hacen únicas.
Para la gente que te ama eres realmente ¡magnifica!, no porque estén ciegos y no vean tus defectillos, sino porque claramente ven la belleza de quien eres. Dios dispuso unos hermosísimos ojos en tu cabeza para que pudieras apreciar la belleza a tu alrededor, estos ojos están conectados a tu corazón y justamente el corazón es quien regula lo que ves. Imagina una mujer que cree que es correcto y bueno que ella sea mujer, una mujer que honre su experiencia y cuente sus historias, una mujer que cree en ella misma, que confía y se respeta, una mujer autora de su vida, ahora Imagínate a ti misma como esa mujer, ahora te toca a ti disfrutar la vida, perseguir tus sueños y vivir tu locura.