Seguir la pista de alguien es lo que mejor hace L. T. Bonham (Tommy Lee Jones), quien es llamado por el FBI para capturar a un ex recluta suyo, Aaron Hallam (Benicio del Toro), quien se ha dado a la tarea de asesinar y descuartizar cristianos.
Aaron fue entrenado por Bonham años atrás, pero en algún momento se le botó la canica y se ha dedicado a matar a cuanto cazador se encuentra en los bosques de Oregon.
Pobre Tommy Lee Jones. Desde su “oscareado” papel de perseguidor en “El Fugitivo” (1993) no ha hecho más que andar detrás de alguien, sea en “Asesinos por Naturaleza” (1994), “Los Federales” (1998) y “Hombres de Negro” y la secuela (1997 y 2002). No dudo que dentro de 20 años lo veremos en silla de ruedas perseguir a Haley Joel Osment. Eso sí, por lo menos en “La Cacería” (“The Hunted”, EU, 2003) Jones ha caído en las hiperprofesionales manos del veterano William Friedkin, quien sabe algo de montar emocionantes persecuciones cinematográficas (recuérdese “Contacto en Francia”, 1971, y “Vivir y Morir en L.A,”, 1985). De hecho, la última media hora de la película es una cátedra de gran cine de acción: desde el momento en que Aaron escapa de la casa de su ex novia hasta el enfrentamiento final entre el alumno y el maestro; es imposible apartar los ojos de la pantalla. Corretizas en auto, bicicleta, a pie, en metro, en el bosque... Nomás les faltó usar un platillo volador.
“La Cacería” es un palomazo de lujo en donde Friedkin se luce como gran director de thrillers; Jones presume su profesionalismo en un papel que ha repetido desde hace diez años, y Del Toro balbucea algunas líneas y pone cara de “toro-loco” todo el tiempo, como si se acordara que el Oscar no le ha servido para elegir mejor sus papeles.
EL DIRECTOR
William Friedkin es el autor de, por lo menos, tres obras maestras: “Contacto en Francia”, “El Exorcista” y “Vivir y morir en Los Ángeles”. Su última película fue “Reglas de Combate”, donde el nacionalismo ramplón y torpe diluía una historia de posesiones y manipulaciones que son el tema de todas sus películas. Los films de Friedkin siempre son paseos por el infierno, metafóricos o reales. “La Cacería”, sin ser de sus mejores películas, funciona como un reverso de “Reglas...” donde el “asesino entrenado por el Estado” enloquece porque es en realidad un criminal. El suspenso del film es eficaz, y el tema del aprendiz y el maestro, del que se pasa "del otro lado" (como el padre Karras en “El Exorcista”, como Popeye Doyle en “Contacto...”, como Al Pacino en la poco recordada “Cruising”) aparece con la fuerza que es dable esperar en un gran director que debe revalidar sus títulos.
SINOPSIS
La historia se basa en un especialista de asesinos en serie (Jones), que trabaja para el FBI en Seattle, y que tendrá que capturar a un psicópata (Del Toro), que tiene por víctimas a los cazadores amateurs que regularmente se pierden en los bosques que rodean la ciudad. Este asesino es atrapado, pero cuando se escapa a la ciudad, el perseguidor debe formar un equipo con un agente femenino del FBI (Nielsen) para perseguir al asesino antes de que él venga a cazarlos a ellos.
ACTORES: Tommy Lee Jones, Benicio del Toro, Connie Nielsen, Jenna Boyd, Leslie Stefanson, Robert Blanche y Aaron Brounstein.