La comunidad del Instituto Tecnológico de Durango (ITD) se encuentra de fiesta, ya que ayer conmemoraron el aniversario número 56 de la fundación de la institución. Por tal motivo, se llevaron a cabo varios eventos a los que acudieron tanto estudiantes, como profesores y profesionistas egresados del plantel, todos y cada uno de ellos con el orgullo guinda a flor de piel.
REUNIÓN
Como cada año, no podía faltar la ceremonia solemne, en esta ocasión por el quincuagésimo sexto aniversario de la fundación del ITD. En al aula Alejandro Guillot fue la cita en punto del mediodía, lugar que lució a su máxima capacidad. Muchas personas permanecieron de pie, pero eso no fue obstáculo para que soportaran la larga jornada, ya que el programa incluía varios puntos que hicieron se alargara el evento.
Con la presencia de autoridades académicas y de Gobierno, se hizo entrega de reconocimientos al personal que cumple 25, 30, 35, 40 y 45 años de servicio, es decir, los que toda una vida han portado los colores guinda y blanco.
En un ambiente de nostalgia y camaradería, ya que fue el punto de encuentro de los egresados (algunos de ellos con canas en su cabeza), en total fueron 27 personas las que recibieron un reconocimiento por sus 25 años de trabajo y 14 más por 30 años.
AMENO
De igual forma, un momento por demás emotivo fue la entrega de la medalla al mérito docente “Maestro Rafael Ramírez” al personal que cumple 30 años de servicio en la Secretaría de Educación Pública.
Pero en un evento de esta índole, por supuesto que los alumnos también tienen un lugar especial y se realizó la imposición de la medalla al mérito académico “Ingeniero José Gutiérrez Osornio”. Dicha presea se otorgó al mejor promedio de cada especialidad después de aprobar las materias que conforman su currícula académica en curso normal.
Esta etapa resultó por demás exhaustiva para los presentes, ya que la lista consistió en 48 nombres y las palmas de las manos sufrieron las consecuencias con tanto aplauso, pero al final de cuentas los familiares de los galardonados soportaron el calor y el cansancio para apoyar a su ser querido.
También se hizo entrega de reconocimientos al personal jubilado e imposición de la medalla “Ingeniero Mariano Cuéller Guerrero” al personal jubilado de la institución.
SENTIR
En los pasillos del ITD, todos los días cientos de jóvenes acuden a prepararse para enfrentar la vida a través de su profesión. Pero ¿qué piensan ellos de la escuela que los alberga durante una parte importante de su existir? “Es una de las instituciones con más prestigio, creo que es una de las más importantes. Los profesionistas que de aquí egresan no sólo consiguen trabajo aquí, también pueden irse a otro lado”, opinó Astrid Santillana.
“Estar en el Tecno te da cierto prestigio, no sólo en el estado sino también en otras partes de la República. El nivel académico, quedar dentro de los alumnos, es un gran orgullo pues muchos quedan fuera”, declaró Guadalupe Cumplido.
Ambas externaron que el ambiente en el plantel “es muy sano” y se percibe el apoyo que se brindan unos a otros. “Para mí es un gran orgullo ser parte del Tecnológico, ser parte de una institución tan importante”, dijo Uriel Romero Espinoza, que desde niño se visualizaba como bioquímico.
Quien también compartió su sentir, por ser parte de la historia del plantel en su 56 aniversario, fue Manuel Alejandro Barbosa Aguayo: “el Tecnológico tiene buen nivel académico, sales bien preparado y tiene buenas carreras. Uno debe sentir orgullo por la escuela, hay que ponerse la camiseta”.
Y al igual que sus compañeros, Juan Antonio Muñiz compartió su opinión: “aparte del prestigio se tienen buenas instalaciones. Ser parte del Tecnológico sí favorece por su historia a nivel nacional y eso puede beneficiar cuando egresamos. Hay buenos maestros, pero pienso que algunos deben concentrarse en impartir clases que correspondan a su profesión”.
ANTECEDENTES
Orgullo duranguense
José Gutiérrez Osornio, fundador y primer director, escribió la historia del Tecnológico.
-En ella afirma que el origen de la enseñanza técnica en el país se dio con la Escuela de Artes y Oficios en la Ciudad de México, fundada por el presidente Benito Juárez y que en 1915 se transformó en la Escuela Práctica de Ingenieros Mecánicos Electricistas (EPIME), que posteriormente cambió de nombre por Escuela de Ingenieros Mecánicos Electricistas (EIME) y actualmente es la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica del Instituto Politécnico Nacional.
-En noviembre de 1935 se fundó la Escuela Prevocacional, Industrial y Comercial de Durango. Dichas labores comenzaron con el nombramiento del ingeniero Carlos Guadalajara como director de dicha institución, esta escuela se estableció en el No.111 poniente de la calle 5 de Febrero.
-Se formó un grupo de 171 alumnos que recibieron clases de adaptación y el día 2 de septiembre de 1936 se inició el primer año escolar de la Escuela Prevocacional, Industrial y Comercial de Durango No. 11.
-La fundación del Tecnológico es la obra máxima de Gutiérrez Osornio, pues estuvo presente en dos eventos cumbres en la Ciudad de México, en el año 48, cuando en ambos eventos se había promovido, a iniciativa de Miguel Alemán, entonces Presidente de la República, la construcción de algunos tecnológicos en la provincia.
-Gutiérrez Osornio solicitó ayuda para transformar la Escuela de Enseñanzas Especiales No. 24 en un Instituto Tecnológico.
-Luego de algunos meses de trámites y estudios, el 2 de agosto de 1948, siendo presidente de la República Miguel Alemán Valdez, se dio a conocer el acuerdo que estableció la fundación del plantel.
FUENTE: Instituto Tecnológico de Durango.
SÍMBOLO
Comparte la identidad
Durante casi cinco décadas la mascota del Instituto Tecnológico de Durango ha sido una burrita blanca. Sobre la historia de la mascota, que originalmente era del Politécnico, data del año de 1936, cuando se fundó el IPN.
Al nacer el Instituto Tecnológico de Durango, en 1948, tiempo después adoptó la mascota y fue una burrita blanca, la primera de las cuales tuvo un costo de diez pesos y fue bautizada con el nombre de “Pola”. A partir de entonces y durante casi 50 años, la burrita se ha hecho presente y ha compartido con los estudiantes del Tecno las alegrías de sus triunfos y la tristeza de sus derrotas, pero todas han paseado con orgullo y gracia luciendo en su manta los colores guinda y blanco, frente a tribunas en los estadios, desfiles, eventos conmemorativos del Instituto, festejos estudiantiles, etc., para delicia de propios y extraños.
Los alumnos, egresados y personal del Tecnológico, llevan con orgullo en su indumentaria a la mascota por su significado de trabajo, singularidad, pureza, constancia y fuerza.