MÉXICO, DF.- Con 12 secciones en conflicto, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) emprenderá la reorganización del Comité Ejecutivo Nacional. Se prevé que el secretario general ejecutivo, Rafael Ochoa Guzmán, sea relevado de ese cargo por designación de la presidenta del gremio, Elba Esther Gordillo Morales, en el encuentro del XXV Consejo Nacional Extraordinario, que quizá se realice esta semana. Hasta ahora los dos principales aspirantes a sustituir a Rafael Ochoa Guzmán son Sanjuana Cerda Franco y Alfonso Cepeda Salas; sin embargo, se ha destacado en el último año —como parte de las actividades electorales del magisterio— la labor que realizó el ex diputado federal Enrique Meléndez Pérez, en la elección de Baja California.
ESTATUTOS
Quien se ve impedido por los Estatutos para ocupar dicho cargo es el subsecretario de Educación Básica, Fernando González Sánchez, yerno de la maestra.
Quien aspire al segundo puesto de la dirigencia del magisterio, señala el documento, debe tener por lo menos 11 años dentro de la organización y haber ocupado un cargo dentro de la dirigencia nacional, y González Sánchez no cumple esos requisitos.
El Estatuto, vigente desde 2004, “podría no ser respetado por los consejeros”, dijeron integrantes de la Asociación Ciudadana del Magisterio y de la Junta Nacional de Gobierno Sindical.
REUNIONES
En tanto que los secretarios generales e integrantes de los colegiados nacionales informaron que en las últimas semanas se intensificaron las reuniones de negociación para distribuir las 75 carteras en las que está dividas las tareas de los 11 colegiados, el área de Asuntos Jurídicos y los comités de vigilancia, el de fiscalización, transparencia y rendición de cuentas, así como el nacional electoral y el de Acción Política.
Los “nuevos cuadros” de la dirigencia nacional del SNTE, confiaron los secretarios generales, serán “electos” o más bien “designados” de entre quienes fueron relevados en los recientes congresos seccionales en los estados, o de entre quienes forman parte del actual Comité Ejecutivo Nacional, “para rescatar a los cuadros valiosos y experimentados”.
PRÁCTICAS
Para ello se valieron de “viejas prácticas como el solicitar la rendición de cuentas y a quienes se oponían se les sometió mediante las clásicas amenazas, chantajes y en algunos casos, pudieron acallarlos con jugosas gratificaciones”, afirma Noé Rivera, de la Asociación del Magisterio.
La “reestructuración” tampoco significa perder a los “viejos cuadros” del SNTE.
En un documento de análisis de la Asociación del Magisterio, se señala que las características más destacadas de los nuevos secretarios generales que han logrado renovarse en las 59 secciones en que se divide el SNTE, resaltan que 35 por ciento son mayores de 60 años; 48 de este nuevo grupo dirigente tiene entre 40 y 55 años; 17 por ciento tiene entre 30 y 39 años. “El 13 por ciento provienen de negociaciones obligadas con el gordillismo”.