El excandidato presidencial Andrés Manuel López Obrador convocó hoy a los mexicanos a la desobediencia civil pacífica si el Gobierno ignora la propuesta de desarrollar una consulta ciudadana sobre la iniciativa de reforma energética que abre las puertas de Pemex a la iniciativa privada.
Recientemente dos de los principales líderes de la izquierda mexicana, López Obrador y Cuauhtémoc Cárdenas, pidieron al Congreso que convoque a una consulta ciudadana para que los mexicanos se manifiesten en torno a la reforma a los artículos 27 y 28 de la Constitución para permitir la apertura de la industria petrolera, ahora en manos del Estado.
López Obrador dijo que esperará un pronunciamiento de Peña Nieto sobre la propuesta de consulta, que envió el lunes 23 de septiembre a la oficina presidencial y sobre la cual no ha habido respuesta.
El dirigente político, que se separó del Partido de la Revolución Democrática (PRD) para formar su propia organización, indicó que si no hay respuesta "vamos a hacer uso de nuestros derechos como ciudadanos y llevar a acciones de resistencia civil".
Añadió que los mexicanos "no deben caer en la provocación, en la trampa de la violencia, porque la violencia no destruye el autoritarismo, lo perpetúa; la violencia es la vía de ellos, no la nuestra".
No obstante, López Obrador invitó a sus simpatizantes a asistir el próximo domingo a una marcha que partirá del Ángel de la Independencia al Zócalo capitalino, donde se tomará una decisión sobre las acciones a realizar ante las iniciativas gubernamentales de reforma energética y fiscal.
Afirmó que la propuesta de reforma energética del Gobierno busca entregar la mitad de la renta petrolera a empresas extranjeras, que equivale a unos 500.000 millones de pesos (37.800 millones de dólares), lo que supondría despojar a México de los recursos para pagar maestros, pensiones y cubrir los programas sociales.
Agregó que la reforma también busca que el sector energético no sea estratégico, lo que llevaría a privatizar todas las actividades vinculadas.