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¿Qué es un salario digno?

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¿Qué es un salario digno?

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CITLALLI ZOÉ SÁNCHEZ

Ahora que está de moda el tema del incremento al salario mínimo y que es usado como bandera por algunos actores políticos para posicionarse mediáticamente y entre la población, surgen diversas opiniones al respecto que en su mayoría coinciden en lo necesario que es una mejor remuneración por el trabajo realizado pero también, de lo difícil que resulta que esto sea una realidad.

Por ejemplo, un analista económico en un programa de televisión afirmaba que incrementar el salario mínimo en un 23 por ciento, como es la petición, es una utopía pero bueno, en dado caso de que el sueño se convirtiera en realidad, esto implicaría por ejemplo el recorte de personal por parte de las empresas y daños indirectos tales como el incremento a los saldos de los préstamos hipotecarios, que son fijados en salarios mínimos. Si ya de por sí el obrero se tarda media vida en pagar su casa, habrá qué imaginarse el impacto de un aumento a la deuda.

Lo mismo empresarios que expertos en las finanzas, aún las corrientes políticas, estiman que aumentar el salario mínimo por decreto es un asunto que implica diversas problemáticas y se critica a su principal precursor, el Jefe de Gobierno del Distrito Federal Miguel Ángel Mancera a quien acusan de protagónico. Por lo pronto, se observa un debate que si en verdad es acogido con voluntad política, no sólo de las entidades gubernamentales sino también del sector empresarial y aun del sector obrero, podría dar resultados interesantes en por lo menos, trazar un camino definido y seguro hacia la recuperación salarial.

No se necesita tener una maestría o doctorado en finanzas para saber que el salario mínimo no alcanza para cubrir las necesidades básicas de una persona, ni mucho menos, las de una familia de cinco o más integrantes. Comida, vestido, vivienda, educación, esparcimiento, transporte, todo esto y más, con 63.77 pesos diarios, en el caso de Durango. Sí ya sé, dirán que la mayoría de los trabajadores ganan un poco más que el salario mínimo pero tampoco es consuelo. ¿Cuánto cuestan los productos que integran la canasta básica? ¿Cuánto dinero implica comer bien y sanamente como lo promueven las autoridades del sector salud? ¿Cuánto se invierte en transporte, simplemente en llenar el tanque de gasolina del vehículo aunque éste ya sea una carcacha? Lo que hacen las familias mexicanas, las duranguenses, para salir adelante, es realmente una muestra de sobrevivencia diaria. Un milagro cotidiano aunque más bien se ve como una penitencia.

Por eso lastima, por eso indigna, cuando se ventilan los millonarios salarios de políticos o servidores públicos deficientes, que no cumplen ni con lo mínimo de su función, el dispendio, los gastos inútiles y en contraparte, se anuncia con bombo y platillo el aumento de dos pesos al salario mínimo. Sin palabras.

Pero todos hablan de la necesidad de un salario digno. ¿Qué es pues, un salario digno? Quienes tienen el poder seguramente lo ven de una manera muy distinta al obrero de la maquila que trabaja ocho horas diarias de pie, de la micro o pequeña empresaria, del profesionista que no ejerce su carrera y se ve obligado a auto emplearse en la informalidad. Es casi una misión imposible el empatar estas posturas. Mientras tanto, el salario mínimo sigue en las mismas condiciones.

Escrito en: Nota al margen salario, mínimo, esto, sector

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