Más de 10 casos de violencia obstétrica

La violencia obstétrica es un mal que aqueja a muchas mujeres, pero que lamentablemente, en ocasiones suele ser silencioso porque o no es detectado o no es denunciado.

La violencia obstétrica es definida como el maltrato a la mujer durante o después del parto, ya sea por agresiones verbales o físicas por parte de instituciones o trabajadores del sector salud.

Este mal está presente en Durango, pues datos de la asociación Sí Hay Mujeres en Durango señalan que, durante el 2016, se presentaron 12 quejas, destacando el caso de una mujer que parió en la camilla de un hospital,

Es importante destacar que la información expresa además que, en la zona rural, no se realizan denuncias de parte de las féminas por este tema, ya que existe la cultura de que el parir a los hijos tiene que ser con dolor, por lo que al recibir alguna palabra o maltrato no se toma como un abuso por las mujeres.

Es importante decir que la Organización Mundial de la Salud en el documento Prevención y erradicación de la falta de respeto y el maltrato durante la atención del parto en centros de salud, contiene el derecho que tienen las mujeres de recibir una atención digna durante el parto, al igual que un trato de respeto.

La violencia obstétrica se presenta sin importar religión, edad, nivel socio-económico y educativo; esto quiere decir que todas las mujeres son vulnerables.

En México únicamente tres estados han incluido la violencia a los derechos reproductivos y obstétricos en sus leyes dentro de la Ley de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia; estos son Veracruz, Oaxaca y Guanajuato.

Se hace exhorto al sector femenino a denunciar cualquier tipo de abuso al que se sea víctima, incluyendo algún signo de violencia obstétrica, ya que una mujer que dará vida a un nuevo ser debe ser respetada, cuidada y tratada de la mejor manera para que tanto ella como su bebé gocen de excelentes condiciones tanto físicas como psicológicas.