Adolescente de 12 años, presunto asesino de su primita
El miércoles 11 de julio encontraron el cadáver de una niña de ocho años de edad que fue golpeada; el cuerpo estaba escondido y cubierto con láminas entre la maleza.
La pequeña había salido a pescar, en el poblado El Centenario, con su primo de 12 años de edad, el cual regresó a casa sin ella. Cuando le preguntaron, respondió que se había regresado antes que él, la familia salió a buscarla hasta que luego de varias horas la encontraron muerta.
Aunque el menor ayudó en la búsqueda, las pistas lo señalaban como el principal sospechoso del homicidio, cuestión que aceptó después de más de dos entrevistas; no obstante, debido a su edad es inimputable, no puede ser detenido ni juzgado porque de acuerdo con las disposiciones legales no está en condiciones de comprender su acción y las consecuencias de la misma.
En mayo, el padre de la niña lo regañó por una travesura considerada grave, ello incluso ameritó que le pegara con un cinturón, por esto el menor pensó en vengarse.
La pequeña fallecida residía en la capital, pero en vacaciones iba con su abuelita a El Centenario, así que el menor esperó poco más de un mes para perpetrar su "desquite".
Con una piedra la golpeó en el rostro; la niña agonizó por horas.
La necropsia descartó que hubiera sufrido violación sexual, solo dio cuenta de que murió por los severos impactos recibidos una y otra vez.
Debido a que el pequeño cuerpo fue movido para esconderlo, no se ha descartado que el niño estuviera acompañado por alguien más, pero la investigación ha topado con los límites legales.
La gente del rancho teme que suceda algo más y que las cosas no se queden así, menos en un lugar donde se portan armas.